Así resumió Julián Maidana sus sensaciones por el gol del triunfo. “Fue un desahogo impresionante. Ahora nos quedan dos batallas más”, destacó el ídolo albiazul, ovacionado.

Julián Maidana y su tarde de gloria. Fue el héroe de la jornada, anotando de penal el gol que le dio el triunfo a Talleres, para escaparse del descenso directo. Después de ser «borrado» por cuatro partidos, superó los rencores (a tal punto que no quiso hablar del tema y recién lo hará cuando pasen los partidos por la reváida) y tomó el timón del equipo, por su carácter de capitán. De paso, le dio una nueva alegría a los hinchas albiazules.

«Estoy feliz, la verdad no tengo más que palabras de agradecimiento. Volví a jugar, cuando por algunos caprichos me quedé afuera. El fútbol me dio revancha. Fue un triunfo importantísimo por todo lo que había en juego», explicó el líder del albiazul, todavía eufórico por haber logrado el primer objetivo.

Antes del partido, fue aplaudido por todos los sectores del estadio, y el máximo referente del plantel contestó al saludo. En cancha, se lo vio muy activo, dialogando con sus compañeros y hasta arengaba al público pidiendo más aliento. Y consumada la victoria, con lágrimas en los ojos, fue despedido por una enorme ovación cuando se dirigió al vestuario. «Gracias a la gente que me apoyó, a mis compañeros, a mi familia que estuvo conmigo en todo este mes que me colgaron, y este triunfo es para la gente. Tengo un sentimiento enorme hacia el club, y estoy a disposición para jugar cuando sea necesario», confesó el zaguero.

- Gritaste el gol con toda la bronca...
- Fue un desahogo impresionante. En el vestuario lloré como un niño. Tengo una satisfacción enorme.

- Le sacaste el penal de las manos a Rosales...
- (Risas) Con el golpe me había mareado un poquito, esperé a recuperarme y lo pedí. Tenía muchas ganas de patearlo, y por suerte salió bien.

- Hacía mucho tiempo que no vivías un partido de estas características...
- Viví algo extraño, no me había pasado nunca. Pero no es el momento de hablar de eso porque hay muchas cosas en juego y la situación no es fácil. Fue muy duro entrenar solo y no estar con el grupo, pero hay que seguir, quedan dos batallas más para permanecer en la B Nacional.