Los 15 goles que sufrió Talleres en las primeras cinco fechas se los facturaron casi con exclusividad a Antony Silva y perdió el puesto. “Así pasa en el fútbol. Pero por suerte da revancha y el jueves es la mía”, destacó el paraguayo.

Antony Silva se incorporó en el verano al plantel de Talleres y traía consigo un interesante curriculum, que entre otros items consignaba que era el arquero del seleccionado paraguayo Sub-20.

En los entrenamientos y en los amistosos de pretemporada el guardavallas «guaraní» ratificaba esos pergaminos. Sin embargo, cuando comenzó la segunda ronda de la B Nacional, la «T» presentó una defensa nueva y muy frágil, lo que derivó en que Silva, al cabo de los cinco partidos en que fue titular, recibiera 15 goles en contra. Promedio de tres por fecha.

Con la llegada de Angel Comizzo a la dirección técnica, el paraguayo perdió la titularidad y Valentín Brasca se afianzó en el puesto. Pero la expulsión de Brasca en el clásico ante Belgrano le otorga una nueva oportunidad a Silva y este le confesó a LA MAÑANA que espera tomarse revancha.

«Es una gran posibilidad, lástima que por el problema que tuvo un compañero. Pero siempre con las mismas ganas de colaborar con el equipo. Además, por el momento difícil que está pasando Talleres quiero aportar lo mío», comenzó el diálogo Silva, que defenderá el arco el jueves ante Godoy Cruz.

-Tu arranque en Talleres no fue el esperado, ¿qué pasó?
-Son pruebas que uno pasa, al comienzo no se nos dieron las cosas, los resultados, y ahora tengo una nueva chance. Primero pienso en el equipo, para demostrar a la gente que Talleres puede salir de esto. Luego está lo personal, lo que me había pasado a mí. Ahora tengo una posibilidad más para demostrar porque confiaron en mí y me trajeron. Espero que se dé lo mejor. El fútbol tiene sus revanchas.

-¿Puede ser que fuiste el “chivo expiatorio” de una defensa que todavía no estaba aceitada?
-Si hay que buscar culpables en el fútbol, siempre es el arquero. En Argentina, en Paraguay o en cualquier parte. Es más fácil, así es esto. Pero siempre hay revancha y espero que el jueves sea una noche buena para el equipo y para mí. Para eso vengo trabajando con todo.

-¿Cómo tomaste la pérdida de la titularidad?
-Uno sabe que cuando no salen las cosas, puede pasar. Además, nunca hay que tomarlo mal. Si no fue para mí en ese momento, puede ser el jueves. El fútbol es una rueda y hay que trabajar siempre. Entre nosotros, los arqueros de Talleres, hay una gran amistad y nos apoyamos en cada momento.

-¿Es positivo el punto en el clásico?
-Los clásicos son complicados. Ninguno tuvo la suerte de convertir y se dio así porque los dos peleamos hasta el último momento. Aunque lo queríamos ganar, no se dio y sumamos un punto que nos ayuda para seguir sumando.