Talleres perdió con Chacarita 2 a 1, cortó una racha triunfal y se cayó en los promedios.

La ilusión de Talleres no fue un espejismo. Aunque el objetivo no dejó de ser nunca zafar de la zona roja de los promedios, la realidad lo puso cara a cara con la posibilidad de escalar a la zona de promoción: si anoche le ganaba a Chacarita, hubiera ascendido al cuarto puesto en la tabla de posiciones.

Sin embargo, el equipo dio muchas ventajas en la marca durante el primer tiempo y terminó perdiendo por 2 a1, poniéndole fin a una racha de tres triunfos al hilo y cayendo en la otra tabla, la de los promedios, a la indeseable zona de reválida.

De cara al clásico ante Belgrano, que se jugará en la próxima fecha, la estadística no es alentadora. Pero, en contrapartida, la “T” tendrá, en su rival de siempre, una inmejorable oportunidad de recobrar la confianza antes de encarar la recta final del campeonato.

Talleres venía de derrotar sucesivamente a Nueva Chicago (1-0 en la Boutique), Defensa y Justicia (1-0 como visitante) y Almirante Brown (2-1, otra vez en casa). Pero ayer perdió y no pudo repetir la seguidilla de cuatro victorias que había conseguido, por última vez, en el Apertura 2000 de Primera División, cuando le ganó 2-0 a Rosario Central (en el Chateau, por la novena fecha), 2-1 a Independiente (en Avellaneda, por la 10ª), 3-0 a Estudiantes (en Córdoba, por la 11ª) y 2-1 a Los Andes (como visitante, por la 12ª).

Además, visitando al Funebrero, Talleres perdió después de tres partidos (dos triunfos y un empate), condición en la que hacía cinco años que no caía ante su rival de anoche.

La de “Chaca” es la otra cara de la moneda: después de comenzar de la peor manera la segunda rueda del campeonato, enhebró su segunda victoria seguida y rompió el maleficio de las tres derrotas consecutivas que arrastraba jugando como local en la cancha de Argentinos Juniors.

Las palabras “promoción” y “reválida” a veces son usadas indistintamente, como si significaran lo mismo. Sin embargo, este presente de Talleres desnudó que se trata de realidades distintas, que pueden ser, al mismo tiempo, cercanas y lejanas entre sí. Todo depende de un resultado.