Era por demás notoria la bronca del entrenador de Almirante Brown, Blas Giunta, a la salida del vestuario y centró sus reclamos en la jugada del penal para Talleres. «Acá pasaron cosas raras, pero me la tengo que bancar. Cuando me enteré que nos iba a dirigir un árbitro de Primera (por Pompei), me puse contento, pero los jueces de línea no estuvieron a la altura. Que alguien me explique por qué este hombre (Julio) Ayala (el primer juez) habló con Comizzo de una área a otra antes del inicio del partido. Después vino el penal, que obviamente no existió. Ya está, sabemos que el visitante siempre es perjudicado en esta categoría y no tenemos que llorar más», lanzó su monólogo el ex volante de Boca.

Además agregó: «No se habla con la verdad. Hoy (por ayer) el perjudicado fue Brown, pero mañana va a ser otro. Estoy seguro que ahora a Talleres le van a cobrar en contra. Acá hubo un penal dudoso, Comizzo entró muchas veces más que yo a la cancha, las dos expulsiones fueron apresuradas... Es una injusticia lo que pasó. Fue una falta de lealtad».

A su turno, el arquero Cristian Campestrini declaró: «Arriba está el que juzga. Nos metieron la mano en el bolsillo. Y a ese pibe Buffarini, le digo que si estuviera en nuestra situación, no andaría pisando la pelota como lo hizo».