Cuando Talleres más lo requería, volvió al gol Héctor Cuevas y por eso festejó a más no poder su conquista. “Necesitaba convertir”, confesó el atacante.

Y una noche rompió su maleficio. Pese a que su anemia de gol no fue tan prolongada (cuatro partidos), el delantero Héctor Cuevas necesitaba convertir, más que nada por las urgencias que acosan a Talleres. Ante Ben Hur e Independiente Rivadavia, el palo y los arqueros lo privaron de llegar al grito deseado. Por eso, a la conquista ante Quilmes la festejó con bronca, como para dejar atrás las ondas negativas, ansiando inscribirse más seguido en la red. «Fue un desahogo. Pasaron muchas cosas que me las reservo y necesitaba convertir. Por la calle, los amigos me decían un poco en serio, un poco en broma: «Dale Tanque’, fuerza que el gol va a llegar». Otros me mostraron su disconformismo, pero por lo general siempre recibí apoyo y por eso descargué toda esa bronca», comentó Cuevas a LA MAÑANA.

- ¿Cuánto vale el triunfo a nivel anímico?
- Muchísimo, por eso lo festejamos tanto en el vestuario. Más allá del rival, era una obligación ganar y por suerte lo conseguimos, dejando hasta la última gota de sudor.

- ¿Lo sufrieron más de la cuenta?
- Quilmes es un gran equipo, con aspiraciones de ascenso y por algo está en los primeros puestos. No creo que hayan sido sólo distracciones nuestras, ellos también juegan. Gracias a Dios los supimos contener. De a poco aprendimos a cuidar más la pelota, a manejar los tiempos del partido.

- ¿Cómo te sentiste en el regreso a la titularidad?
- Bien. Mi trabajo quizás no es muy vistoso, pero hice un gran sacrificio. En este momento nadie se puede dar el lujo de guardarse algo. Lo importante es que todos estamos en condiciones de jugar, tanto Daniel (Plana) como yo y ni hablar de (Iván) Borghello.

- Tu gol quedó en las estadísticas, por convertirlo el día del regreso a La Boutique...
- No pienso en esas cosas. A la historia la generaron muchas personas, como Daniel Willington, Galván, Maidana, cuando hizo un gol en la final de la Copa Conmebol... Acá lo importante es que se sumó, ganando un partido importante, vital para salir de la zona del descenso.

- ¿Por qué a Talleres le cuesta definir los partidos?
- En esta categoría nadie te regala nada y todos los partidos son luchados hasta el final. Ningún equipo se puede confiar si quiere ser protagonista. Ahora vamos a la casa del puntero, en Tucumán, y no vamos a guardarnos nada.

Esperan a Borghello. El cuerpo técnico que lidera Angel David Comizzo aguarda la evolución del delantero Iván Borghello, afectado de una ruptura fibrilar, para contarlo de cara al choque del próximo jueves a las 21 ante San Martín de Tucumán. También trabajó de manera diferenciada el defensor Federico Lussenhoff, con un golpe en su rodilla, aunque no sería de consideración. Están descartado Matías Quiroga, por un microdesgarro, y Paulo Rosales y Marcos Torsiglieri (quinta amarilla).