Si algo le faltaba a este renovado Talleres modelo 2008, que de un fin de año deslucido y preocupante pasó a un inicio esperanzador, era ganar de visitante. Fuera de Córdoba, se entiende, porque en esa condición ya había vencido a Belgrano en el clásico. Pero desde hacía 17 meses que los albiazules no conseguían cantar victoria tras los límites de Córdoba y cortaron el maleficio el lunes pasado frente a Platense.

El triunfo, un primer tiempo de interesante producción y los refuerzos, importantes para la categoría, son atracción suficiente para un público de Talleres ávido por volver a épocas de bonanza.

La cita es hoy en el Estadio Córdoba, ante un rival envuelto en problemas económicos. Es que el plantel de Almagro comenzó la semana sin practicar, en reclamo por atrasos salariales, y recién el miércoles retomaron el trabajo luego de cobrar parte de lo exigido.

Por su parte, Talleres repetirá la formación de la fecha pasada ya que Gabriel Oyola se recuperó de una contractura y será de la partida. Además, estarán en cancha los cuatro refuerzos: el arquero Antoni Silva, quien mostró reflejos bajo los tres palos, pero sufrió en cada pelota aérea; un «Colorado» Lussenhoff al que le sobra presencia, aunque por momentos quedó expuesto y desprotegido en esta línea de tres; el colombiano Alexander Viveros, capaz de manejar la pelota con prolijidad pero sin el despliegue para el ida y vuelta por el carril, y Paulo Rosales, el toque de calidad para ilusionar al hincha albiazul con su juego.

Concentraron 22 jugadores y para el banco están disponibles:Brasca, Algecira, Torsiglieri, Galíndez, Cristian Basualdo, Galarraga, Buffarini, Quiroga, Herman y Plana.