Una de las falencias que mostró Talleres a lo largo del año fue la generación de fútbol. Al carecer de un conductor clásico, el funcionamiento no fue el óptimo, al punto de que no llegó a consolidar una buena circulación de equipo. Por eso, uno de los puestos que solicitó el entrenador Rubén Darío Insúa para reforzar es el de enganche, y para esa función trascendieron dos nombres importantes: Patricio Pérez y César La Paglia.

El “Pato” Pérez, de 22 años, jugó la temporada pasada en Chacarita Juniors y los últimos seis meses estuvo en el Everton de Chile. Como se venció su préstamo, deberá regresar a Vélez, club dueño de su pase. Asimismo, Insúa no está del todo seguro en contratarlo, ya que pretende sumar a un futbolista de mayor experiencia para ese puesto, aunque no se descarta en absoluto.

El otro es un conocido de la casa. El “Leche” vistió la camiseta albiazul en las temporadas 2001-2002, y 2002-03, jugó las copas Libertadores y Mercosur, dejando un buen recuerdo en su paso por la institución. La Paglia acaba de rescindir su contrato con Deportivo Independiente Medellín (Colombia) lo que le allana el camino para negociar con Talleres.

No obstante, la incorporación de los futbolistas dependerán casi exclusivamente de los recursos que se puedan generar, debido a que para afrontar la erogación que demanda los refuerzos y los demás gastos operativos necesitan sumar dinero fresco. Por tal motivo, en Ateliers manejan la posibilidad de vender algún jugador propio para que haya ingresos en las arcas. Matías Quiroga, Julio Buffarini y algunos juveniles son los que más chances tienen de emigrar, aunque por el momento no hubo mayores avances. En otro orden, el juvenil Ramiro Pereyra continuaría su carrera en Estudiantes de Río Cuarto.