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Giménez escucha a Gareca, mientras Píriz Alvez hace jueguitos (ampliar). Pese a todo, el entrenador tiene la moral alta para revertir la situación. El DT consideró que la "T" está inmersa en una mala racha. Foto: LaVoz / Ramiro Pereyra.

Gareca dirigirá ante Atlético de Rafaela. Dijo que será el DT mientras no vea que le hace mal al club.

La caja de Pandora, en versión albiazul, se abrió, y de su interior, salió un Ricardo Gareca con ganas de seguir como DT de Talleres. "El Tigre" trocó esa imagen de abatimiento y de renuncia del 0-3 ante la CAI, por la de alguien que volverá a redoblar su apuesta, con un plazo móvil: partido a partido.

Sigue, pese a todo. Pese a los cuatro puntos sobre 30 posibles, a que el equipo ya "lo despidió" varias veces, a que también tendrá su parte en la peor campaña albiazul de la historia, y a que "la zona roja" ya empieza a ser un nuevo problema. "Ojalá Dios me ilumine y podamos hacer nuevamente lo de las primeras gestiones y vivamos una época de gloria", dijo Gareca.

El DT retomó sus funciones ayer por la mañana, en el inicio de los preparativos para recibir a Atlético de Rafaela.

No llegó en una versión edulcorada. El entrenador se mostró esperanzado, pero también dispuesto a pasar "facturas" por algunas especulaciones que lo mostraron inseguro y muy dependiente de su familia para tomar una decisión sobre su continuidad. Y ruge, de verdad, como nunca antes lo había dicho.

"Cuando uno dice voy a hablar con mi familia, no significa que mi esposa me va a aconsejar si sigo o no. Soy grandote y p…. Las decisiones, toda mi vida, las he tomado yo. Bien o mal. Pero siempre las he tomado yo. Mi familia es una contención que necesito, pero no para hablar de fútbol sino para que yo pueda pensar", se enojó el DT.

Se lo nota caliente. Y viene un zarpazo. "Miro positivamente. No estamos entregados. Hay que agachar la cabeza y darle para adelante. Eso sí, para ver gente contenta y alegre, la prensa deberá ir a ver a Defensa y Justicia. ¿Qué quieren ver en el entrenamiento?", interrogó.

Luego, se refirió a los jugadores y su escasa respuesta. "Banco al plantel. No tengo compromisos. Seguiré, hasta donde pueda estar. Partido a partido. ¿Quién soy yo para decir: ‘Me voy a quedar a vivir acá’? La situación no amerita proyectarse año por año", dijo el DT.

–¿Está bien?
–Mi ánimo está por el piso. Pero eso no quiere decir que no quiera revertir la situación. ¿Que el equipo no responde? La gente lo aplaudió ante Tigre. Con la CAI, fue el peor partido. Pero hay un atenuante. Una demora de 24 horas. No podían dar más. Lo tengo que contemplar.

–¿Tiene miedo al descenso?
–Tengo miedo como todo el mundo. Pero, ¿qué quieren ver; un plantel de joda? Estamos mal. Pero eso no significa que estemos "muertos". No lo estamos. El DT no lo está. Queremos revertirlo como sea. No es un capricho. El equipo está inmerso en una racha. Esto es así y todas las rachas paran.

Más allá de "la racha", Gareca dispone de la preferencia de la gente, la que lo idolatró, como a ningún DT, por esas campañas que tanto añora: el último ascenso, la Conmebol, la del corte de la paternidad celeste de 14 años. Y ese detalle no escapó al gerenciador Carlos Granero, quien no lo dejó dar el paso al costado, ya que es el único punto de contacto que la gente no le discute a la gestión de Ateliers.

"El club me ha dado mucho más de lo que le di. Pero no quiero abusar del hincha de Talleres y ponerlo como juez de algo. Tengo que analizar no hacerle un mal al club. Acá no hay nada bien. Está todo mal, si estamos últimos. Hay momentos en que uno tiene que llamarse a silencio, pero por mi estilo me gusta dar la cara", cerró el DT.