Cerca de 700 mil pesos ya se encuentran a disposición del fideicomiso para comenzar con el pago de los acreedores. El diagrama será presentado al juez antes de fin de año.

El órgano fiduciario que administra a Talleres trabaja minuciosamente a los fines de presentar antes de fin de año lo que será la primera parte del proyecto de distribución a los acreedores por la quiebra del club.

Así lo destacó el idóneo deportivo, Mario Sarrá, quien se encuentra abocado a la cuestión, y expresó que será de gran importancia para el club. «No descansamos buscando la mejor distribución en los acreedores. Una vez que presentemos los papeles, el juez dará la autorización para arrancar con la primera parte de este largo proceso que significa levantar la quiebra de la entidad», remarcó.

Además, sostuvo que todos los días tiene audiencias de verificaciones de créditos, lo que retrasa la certeza del pasivo real de la institución, que todavía no pudo ser definido. «Hoy (por ayer) mantuve dos audiencias. Mañana (por hoy) tres más y el jueves otras tres.

Tenemos un promedio de tres o cuatro audiencias diarias, así que casi no nos dan respiro».

El motivo de tanto ajetreo es por el análisis de los comprobantes para confirmar si las deudas tienen privilegio de cobro o son quirografarias.

El fideicomiso, en casi dos años de gestión, pudo reunir recursos genuinos durante los primeros seis meses anteriores a la concesión provisoria de la gerenciadora Ateliers mediante la venta de Facundo Erpen al DC United y con los derechos de formación de Lucas Rimoldi, cuando pasó al Genoa de Italia.

Pero una vez otorgada la concesión a Carlos Granero, lograron generar casi 700 mil pesos, en concepto del cobro de dos cánones semestrales, como lo indica el pliego de licitación (250 mil cada canon) y el monto que percibió por los derechos de televisación (cerca de 160 mil).

Con estos recursos, el órgano fiduciario cuenta con una importante suma de dinero para comenzar con la distribución.

En cuanto a la investigación que realizaron de las tres últimas comisiones directivas anteriores a la quiebra, el fiduciario destacó que «en los próximos días habrá novedades. Lo que pasa es que la distribución de créditos nos ocupa tiempo, pero nunca pensamos en dejarla de lado».

Más deuda. En la quiebra se admitió el crédito de Guillermo Oliver (ex empleado) de 88 mil pesos.