A una hora del inicio programado del partido, nadie podía asegurar si el encuentro se iba a llevar a cabo.

Los rumores de que la fecha iba a ser suspendida motivaron que la incertidumbre se adueñara de los propios protagonistas y del ambiente. Cerca de las 16, en el camarín del árbitro Ariel Montero, hubo una reunión entre los jueces, el presidente de Ateliers Carlos Granero y el encargado del departamento fútbol de Unión Néstor Arias, donde decidieron que el partido se desarrolle normalmente.

Montero explicó que nunca le llegó una orden oficial para que el trámite se suspendiera, por lo que se procedió a que todo continúe con normalidad.

La única novedad fue que el inicio tuvo un retraso de 15 minutos por los inconvenientes, por lo que arrancó a las 16.45.