Violencia en el fútbol

Los futbolistas dieron marcha atrás, pues querían parar la fecha. Sergio Marchi dijo que los jugadores "tienen miedo" y que si este fin de semana ocurre algo "difícilmente se siga jugando". El lunes habrá asamblea.


"Al final se juega, pero suspender el fútbol creo que iba a ser una medida apresurada. El lunes en la asamblea habrá un representante de cada club de Córdoba para ver los pasos a seguir. Hay que buscar soluciones, pero parar no es una de ellas". Javier Malagueño, capitán de Talleres.

Una polémica tras otra. Tras las medidas de seguridad tomadas por el Coprosede se instaló la posibilidad del paro y más tarde se realizó en un hotel del porteño barrio de Puerto Madero, una reunión entre los referentes de cada equipo para resolver la situación. Después de tres horas se acabó el misterio: la 16ª fecha del Apertura de Primera División y de la B Nacional más las otras categorías (Primera B, C y D) se jugarán como estaba previsto. El rumor había surgido debido a las declaraciones de algunos futbolistas y a los reiterados hechos de violencia que se habían producido últimamente.

En el cónclave, además de los dirigentes de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) participaron 27 jugadores: Juan Verón, José Calderón y Fernando Ortiz (Estudiantes); Martín Palermo y Hugo Ibarra (Boca); Marcelo Gallardo, Fernando Belluschi, Danilo Gerlo, Federico Lussenhoff y Eduardo Tuzzio (River); Carlos Bossio (Lanús), Pablo de Muner, Facundo Pérez Castro y Francisco Niell (Argentinos); Cristian Lucchetti y Javier Sanguinetti (Banfield); Gastón Machín y Sebastián Carrizo (Independiente); Omar Zarif y Jorge Martínez (Nueva Chicago), Oscar Ruiz y Gabriel Loeschbor (Arsenal) y Gastón Sessa y Fabián Cubero (Vélez). Más tarde arribaron Martín Cardetti de Gimnasia La Plata y los jugadores de Godoy Cruz de Mendoza, Osvaldo Miranda y Silvio Duarte.

Tras la reunión llegó la confirmación oficial en la voz de Marchi, «la fecha se juega como estaba prevista. El lunes habrá una Asamblea General y se analizará este tema que es muy complejo. Tenemos que delinear algunos pedidos, ponernos de acuerdo y transmitir el pedido a las autoridades, que deben ponerse al frente de la situación. Si este fin de semana ocurre algún incidente, difícilmente se va a seguir jugando», explicó.

Sin pelos en la lengua, el dirigente aseguró que «en la pirámide de responsabilidades» ellos no están en la cima. «En ningún momento me manifestaron que la intención de ellos era parar, pero el futbolista tiene miedo por esta situación que está ocurriendo. Esto es simplemente un alerta. Acá tienen que participar todos los sectores y fundamentalmente el Estado. Es cierto que la situación es desprolija pero los jugadores decidieron hacer algo. No puede ser que por 200 violentos se impida que aquellos espectadores que quieren ver fútbol puedan hacerlo. La violencia se combate aplicando la ley. Se debe identificar a los violentos».

El rumor

La versión se expandió primero, cuando se conoció la información de que Reinaldo Merlo había decidido no concentrar a sus futbolistas para el partido con San Lorenzo que se jugará mañana a puertas cerradas en La Plata. Luego se supo sobre la cancelación del viaje de Estudiantes a Rosario para jugar con Newell's hoy. Y más tarde, el testimonio de Gabriel Loeschbor capitán de Arsenal, contando que los había llamado Carlos Bossio, arquero de Lanús, para decirle que se había suspendido el fútbol.