Fuerte operativo con 450 policías. No se registraron incidentes al menos en el estadio. Secuestraron 250 carnets de socios a un hincha que no pudo ingresar.

El operativo de seguridad fue riguroso. Parecía exagerado pensar que 450 efectivos con vehículos, perros y caballos debían controlar apenas 7.000 personas que concurrían a un estadio que suele ser seguro y en donde no se discutía futbolísticamente nada. Pero en definitiva era lógico semejante movimiento, porque las dos barras de Talleres -La Fiel y Las Violetas- continuaron con las provocaciones a lo largo de la semana, con pintadas que aparecieron en las paredes de La Boutique.

La prevención en este caso sirvió y al menos en las cercanías o dentro del Estadio Córdoba no se generaron incidentes. De acuerdo a lo informado por el comisario mayor Ramón Frías y el comisario inspector Hugo Ceballos, fueron detenidas 22 personas que violaron el código de falta y a otras 5 se les aplicó el derecho de admisión a pedido de Talleres.

Según estos jefes policiales los cinco no admitidos llegaron a la cancha en un automóvil. Se los identificó y a uno de ellos se les secuestraron 250 carnets de socios. Inmediatamente fue acentada una denuncia en la fiscalía del distrito cuatro turno dos y ya investiga la Justicia.

Una de las novedades en cuanto al operativo fue la extensión del pulmón. El mismo no sólo separó a las dos barras en conflicto en las tribunas sino que los simpatizantes que se ubicaron en la popular Norte ingresaron por dos accesos diferentes y la división se extendió hasta el playón y los sanitarios.

Tal cual lo adelantó LA MAÑANA en su edición de ayer, antes del partido de ayer había 60 personas imputadas por violar el código de falta que no podían concurrir y otros 20 que no estaban en infracción pero no fueron admitidos por el club.

De acuerdo a lo observado en las tribunas, fueron muy pocos los miembros de las dos barras que concurrieron al Chateau y parecieron verse más simpatizantes en el sector de La Fiel. También es cierto que la victoria de Talleres y la poca gente que concurrió, colaboró a que la tarde fuera tranquila.