Hugo García
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Con un golazo de "la Brujita" Bongioanni, Talleres rescató un punto en Rafaela, donde empató 1 a 1 con Atlético. La "T", que tuvo un buen desempeño, jugó 55 minutos con 10 hombres por expulsión de Baroni.

A esta altura del campeonato y con la necesidad que Talleres tiene de demostrar que no se armó para estar en mitad de tabla, un empate puede saber a poco. Pero la igualdad ante Atlético de Rafaela tiene un valor distinto, ya que se consumó tras la primera actuación más o menos convincente de un equipo que hoy desanda sus primeros pasos con la dupla Oste-Carrizo.

La "T" logró sobreponerse al 0-1 parcial y también a la prematura expulsión de "Leo" Baroni. Y lo hizo porque, antes que conformarse con perder decorosamente, decidió tomar riesgos. Cuando se vio abajo en el marcador, asumió una actitud ofensiva y contó con una actuación a gran nivel de Federico Bongioanni. Ese fue el otro dato positivo: además de saber a qué jugar, Talleres tuvo por primera vez un auténtico armador de juego.

Pero el equipo también tuvo un lado oscuro. En primer lugar, desperdició una cantidad considerable de situaciones de gol. Y, además, le facilitó las cosas al rival al jugar con un hombre menos desde los 35 minutos del primer tiempo por la expulsión de Baroni. Por suerte, cambió. Y sostuvo esa actitud de ir al frente y buscar en todos los climas del juego.

Por obstinado. Desde el inicio del partido Talleres tenía claro por dónde hacerle daño a su rival. Un Bongioanni inspirado daba muestras de que lo suyo sería mucho más gravitante que esas gambetas hacia el costado y aquellas intermitencias que había mostrado hasta ayer. Esta vez, "la Brujita" también tuvo los socios adecuados en Klein y Ríos, quienes mínimamente se la devolvieron redonda. Así, las situaciones comenzaron a llegar.

La más clara fue a un mano a mano de Valenti con Barovero, a los 21 minutos, que el delantero desperdició. Ahí nomás llegó una avivada de Toranzo: gambeta a Baroni, obstrucción de Malagueño y penal que Lázaro cambió por gol. Fue el instante de más confusión para la "T".

La disyuntiva era conformarse con no hacer un papelón o jugarse la vida, y el elenco de Oste-Carrizo eligió esta opción. Paró a Ríos como "3" bis y metió a Píriz Alves para acompañar mejor a Ceballos.Y cuando parecía que la falta de puntería lo condenaría al cero y a la derrota, Bongiovanni clavó un derechazo impresionante. Iban 17 minutos y el empate era merecido.

Ahí reaccionó el local, que forzó el trámite animado por su gente. Talleres se defendió bien y hasta lo pudo haber ganado con un cabezazo de Malagueño. De todos modos, el empate valió.