Federico "la Brujita" Bongioanni será el enganche de Talleres en el partido del venidero domingo ante la CAI.

Para recibir a la CAI, el enganche Federico Bongioanni será el encargado de la creación en Talleres. La «Brujita» toma con naturalidad su regreso al equipo, y buscará aprovechar la oportunidad que se le presenta para consolidarse. «Estoy muy contento con la posibilidad de poder jugar. Es una responsabilidad importante, y sobre todas las cosas, hay que mentalizarse de que tenemos que quedarnos con los tres puntos como sea», resaltó la «Brujita» sobre el importante encuentro que los albiazules sostendrán ante los sureños.

-¿Qué te pidieron los entrenadores?
-Que no me desespere cuando no me llegue la pelota, y que no retroceda. Al contrario, quieren que me sume seguido con los delanteros y me dieron toda su confianza.
-Igualmente, de visitante no siempre se juega con enganche.
-Uno siempre quiere jugar, pero entiendo perfectamente la postura de los entrenadores, porque afuera se busca encontrar un equilibrio. Pero yo siempre estoy listo para dar una mano al equipo, y me encuentro a disposición del cuerpo técnico.
-¿Sigue en deuda el buen funcionamiento?
-Somos conscientes de que no venimos jugando bien. Tenemos un buen equipo, buenos jugadores y no tengo dudas de que lo vamos a conseguir. Lo importante es intentar jugar bien, hacer circular la pelota, buscando al compañero mejor ubicado y no ponernos nerviosos cuando no nos salen las cosas.
-¿Sienten presión por los resultados?
-Vestir esta camiseta implica una lindo compromiso. La gente quiere ganar, porque Talleres es uno de los equipos más grandes de la categoría y nuestra meta es obtener el ascenso como sea.
-¿Qué opinión te deja el rival?
-Ningún rival en esta categoría es accesible. Todos los equipos que vienen a Córdoba plantan un 4-4-2 y a defenderse, por eso los espectáculos no siempre son los mejores. Si hacemos bien nuestro trabajo, vamos a quedarnos con los tres puntos, que son importantísimos para no perder el tren de los de arriba.

Su regreso a Córdoba

Bongioanni debutó con la camiseta de Instituto en la temporada 2001-02 en la B Nacional, y al final del torneo emigró a Chile, por algunas diferencias con el presidente «albirrojo» Diego Bobatto. «En aquella oportunidad, Instituto había hecho uso de la opción de mi pase, pero nunca lo cobré. Yo no quería la plata ya, sino un papel aunque sea que me de la garantía de hacerlo más adelante. Nunca me dieron nada. Y un día, me negaron la ropa de entrenamiento, me cansé y me fui. Justo me habían llamado de Talleres, pero me salió lo de Chile y acepté. Y te digo más, Instituto me debe cuatro meses y nunca le hice juicio ni lo voy a hacer», fue el desahogo de la «Brujita» sobre su confusa situación que derivó su partida del club.

-¿En qué te parece que cambió el fútbol argentino desde aquella vez que te fuiste?
-Estuve fuera solo cuatro temporadas, pero es notable que los entrenadores priorizan la marca sobre todas las cosas. Casi ningún equipo juega con enganche, todos plantan un 4-4-2 y listo. Un ejemplo es Tigre, que pelea la punta y no se ponen colorados para pegar puntazos para arriba.
-¿Y en lo institucional?
-En Chile, por ejemplo, casi no hay equipos gerenciados. En Huachipato siempre cobré el día 5 de cada mes. En Ecuador se retrasaban un poco, pero nunca para preocuparse. Llama la atención la cantidad de clubes quebrados que hay en el país. Los malos manejos hacen que los equipos estén fundidos, es una lástima. En Córdoba, Belgrano y Talleres pasaron por lo mismo.