Roberto Saporiti pasó por el entrenamiento de Talleres a despedirse de los jugadores, tras oficializar su salida del club. Habló con sus ex dirigidos durante una hora, a quienes les aclaró gran parte de su decisión, pero cuando emprendió su retirada no pudo contener las emociones y soltó lágrimas.
El ex entrenador no varió su discurso y tampoco brindó más detalles de su renuncia, por eso ante la consulta sólo respondió: «A los motivos puntuales me los reservo, porque soy una persona con códigos. De mi parte cumplí con cierta clase de apoyo para que el gerenciamiento se hiciera fuerte, quise cambiar algunas cuestiones internas y todo eso llevó a un desgaste. Por eso decidí dar un paso al costado, por el bien de la institución y el mío», declaró Saporiti.
«Cuando hablé con Granero le di mi punto de vista. Los futbolistas me pidieron que continuara en mi cargo, pero cuando renuncio es de manera indeclinable», siguió explicando Saporiti.
«Sapo» cerró su despedida agradeciendo a todos los hinchas de Talleres diciendo: «Agradezco a los jugadores y al pueblo «Tallarín» porque siempre me trataron con mucho respeto, en las calles, en el restaurante. Córdoba siempre me trató bien. El grito de los hinchas en la canchas son pasionales, y no hay nada que con resultados no se pueda cambiar. Si ganás dos partidos todo es diferente, si no pregúntenle al «Coco» Basile. El equipo está a cuatro puntos del líder y no tengo dudas que va a ascender a Primera».