Cuando un equipo transita por una mala racha, la necesidad de buenas noticias crece hasta límites insospechados. Y algo de eso le sucede a Talleres, al que la vuelta de Emanuel Giménez al equipo titular le viene como anillo al dedo, ya que se viene el duelo con Olimpo de Bahía Blanca, uno de los animadores del Apertura de la B Nacional.
Ahora bien, ¿qué tiene un volante central para que con apenas con dos partidos jugados, tras su regreso de Atlético de Rafaela, su presencia se considere necesaria a los ojos del cuerpo técnico, compañeros e hinchas?
"Quita y sale con la cabeza levantada. Además, tiene personalidad. A la camiseta de Talleres no se la pone cualquiera", supo decir, hace no mucho tiempo, un integrante del cuerpo técnico.
¿Qué dice Giménez? "Trato de trabajar como siempre, con la misma mentalidad. Cuando se ve en una situación como ésta, uno está obligado a tratar de mejorar y responder en todos los partidos", argumentó "Ema", quien superó un par de lesiones (esguince de rodilla y tendinitis) y mañana, frente a Olimpo, reemplazará a Iván Dragojevich.
-¿Te sirvió el paso por Atlético de Rafaela?
-Me sirvió irme un año de Talleres, para saber lo que es estar afuera. Estuve lejos de mi familia, aprendí a tratar con otros jugadores, técnicos y directivos. Futbolísticamente, le saqué provecho.
-¿Cómo encontraste al club, a tu regreso?
-Creo que se ha mejorado. Antes todo era muy a pulmón. Ahora hay bastante material para trabajar. En lo económico también ha mejorado, de acuerdo a lo que me comentaron los compañeros. No es fácil ponerle el hombro a este club.
-Tampoco es fácil vestir la camiseta de Talleres, ¿no?
-La verdad es que es bastante complicado jugar acá. Cuando uno llega al club se da con otra realidad. Si bien es un grande, la gente mete mucha presión y no todos los jugadores están capacitados para soportar eso. Y por ahí se hace difícil. Pero es un club bárbaro para jugar.
-¿Talleres es algo así como "Deportivo ganar y gustar"?
-Es un grande, tiene la obligación de ganar en todos lados. Y más si está en la Primera B Nacional. La gente de Talleres tiene un paladar muy exquisito. Hay que jugar como River y meter como Boca. Así lo decía el profesor Néstor Bonillo (colaborador de los técnicos Ricardo Gareca, en tres gestiones en la "T", y de Leonardo Madelón). Hay que saber manejarlo.