La salida del enganche de un equipo nunca es un hecho cualquiera, porque se trata de aquel hombre que puede colocar un pase gol o inventar esa jugada que nadie espera. Y la de Gonzalo Bustamante, en la "T", no lo fue.
Llamó la atención que fuera a los 34 minutos de juego, aunque se debió a un hecho lógico, ya que el árbitro Cristian Faraoni lo iba a expulsar en cualquier momento (le pasó igual en el torneo pasado, ante San Martín de San Juan). Es más, no lo quiso echar tras una falta a Elvio Martínez, siendo que ya estaba amonestado.
Con Talleres 1-0 y Aldosivi en serios problemas con su fútbol y su gente, la coyuntura le ofrecía a Roberto Saporiti, el DT albiazul, dos alternativas. La primera, el ingreso de Klein (Bongioanni no fue tenido en cuenta) para apostar a la sociedad con Correa, alimentar a los puntas y aprovechar los espacios que daba el local.
La segunda, fue la que hizo "el Sapo". Prescindió del enganche, y, con el ingreso de Felicia, alineó cuatro volantes, para que la cancha no fuera tan ancha para Dragojevich. Y le fue mal porque, más allá de las distracciones de su defensa, la "T" careció de juego para aspirar a más.
Entonces, el DT tomó la opción original, pero ya iban 15 minutos del complemento y su equipo perdía 3-1. El ingreso de Klein (pasó del 4-4-2 a un 3-4-1-2) les dio más aire a los delanteros. Si bien el gol de Ceballos no tuvo mucha relación con la toma de riesgos, los atacantes dispusieron de una chance neta, y la armó Klein. Desde el ingreso de Felicia hasta ese par de jugadas pasó mucho tiempo, y el equipo lo sintió.