Por Hugo García

El fútbol es una calesita. Vaya si lo sabrá Roberto Saporiti. Como DT de Talleres enfrentó ayer a Chacarita y éste no es un rival cualquiera para "el Sapo". Es que además de que anoche se jugaba la punta del Apertura, el Funebrero se había transformado en una especie de verdugo durante su cuarta gestión como entrenador en barrio Jardín.
En su vuelta a la "T", Saporiti debutó en la segunda fecha del pasado Torneo Clausura. Chacarita le empató 1-1 en un descuido y le impidió al albiazul empezar el año en la cima de la tabla.
Luego se lo encontraría en una fase crucial: el repechaje clasificatorio a una de las dos promociones. Allí, Chacarita lo eliminó tras ganarle 2-0 en el Chateau (el día del "manzanazo") y empatar 0-0 en Almagro, lo que significó el final de otra ilusión. Y ayer la historia se repitió.
¿Otro dato? En esos tres partidos y en el de anoche, el DT de "Chaca" fue Héctor Rivoira, quien justamente fue dirigido por Saporiti en Lanús. ¿Revancha o estigma? "No le doy importancia a esas cosas. Sí puedo decirte que ya se notaba la voz de mando de Rivoira, y que tenía cualidades para ser entrenador. Venía de las inferiores de River. Era un buen volante. Le voy a dar un abrazo. Además, su equipo va a ser candidato", anticipó ayer el DT albiazul en la concentración.
El encuentro con "el Chulo" se concretó, finalmente, en la zona de vestuarios del Chateau.

Chacarita, su primer equipo
Desde el punto de vista de los afectos, tampoco fue un partido más, el de anoche, para Saporiti. Es que Chacarita fue el primer club que dirigió el actual DT albiazul, quien venía de colaborar con Osvaldo Zubeldía (sí, alguien de 'la contra', justo cuando cuando él empezaba a convertirse en una referencia del menottismo) en Estudiantes de Caseros, en el ascenso porteño.
"Fue en 1976. Ya había estado con Zubeldía y el señor Zucatti, entonces presidente de Chacarita, quiso llevarme", recordó Saporiti, quien así inició una extensa trayectoria que continuaría en Talleres (cuatro gestiones), Rosario Central, Loma Negra, Argentinos, Boca, San Lorenzo y equipos del ascenso y del exterior, además de integrar el cuerpo técnico de la selección en el '78.
Saporiti también contó que por esa época, Talleres ya lo había querido contratar. Pero tras una reunión con el titular albiazul Amadeo Nuccetelli, al que hoy visita periódicamente, "el Sapo" le recomendó a Rubén Bravo, "el Maestro", a quien después le tocaría suceder en la "T".
"Bravo falleció en una gira y por eso me hice cargo", apuntó Saporiti. También recordó que se recibió de DT en Europa. "Fueron cuatro años. La duración se debió a que también se daba el título de PF. Fue en Bélgica. Allí aprendí francés y los prácticos los hacía viendo al Ajax y a la Holanda de Rinuus Michel. Por eso fui consultado por Cap, Varacka y Rodríguez, quienes dirigían a nuestra selección en el Mundial '74", apuntó Saporiti.
Al "Sapo" su relato pareció emocionarlo, pero de inmediato volvió a la realidad y reflexionó: "Suena muy lindo. Pero a la gente no le importa mucho esto, sino que el equipo gane, juegue bien y ascienda. Eso lo tengo claro, como que estoy en deuda".
Es que tras el subcampeonato de 1977, Saporiti condujo al Talleres que descendió en 1995 y al que, después de pelear el Clausura pasado, se quedó sin chances de pelear por el ascenso.