Por Hugo García
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Talleres y Chacarita eran dos equipos en alza, estaba la punta del Torneo Apertura en juego, había un par de jugadores con aprecio por la pelota (como Bustamante y Romano) y un marco de cerca de 20 mil personas.
Pero semejante menú no fue correspondido: el 1 a 1 de anoche en el Estadio Córdoba fue el resultado del primer arribo serio de uno (el oportunismo de Ceballos, en la "T") y la reacción lógica de aquel que se podía quedar sin el liderazgo (el zurdazo de Leone, para "Chaca"). Ni siquiera los goles tuvieron un efecto táctico para cambiar el trámite de un partido en el que los protagonistas eligieron priorizar el orden defensivo antes que la toma de riesgos, cuando la temporada recién arranca y se llevan jugadas apenas cuatro fechas, lo que es más grave.
Talleres sabía que Chacarita firmaría el empate sin inmutarse, pero recién a los 25 minutos del segundo tiempo, cuando Saporiti hizo ingresar a Bongioanni, quiso llevarse por delante a su rival. Pero ya era tarde y sólo quedó el lamento de Ceballos, quien no pudo empujar al gol un tiro del final.
El primer período transitó por un largo round de estudio que duró más de 30 minutos y que se interrumpió con los goles que marcaron Diego Ceballos, para Talleres, y Ramiro Leone, para la visita. Antes, apenas hubo un remate de Leone que le hizo abrir las manos a Pozo, en la única situación de gol neta en aquella media hora inicial.
El gol de Talleres llegó a partir de un tiro libre que generó Ceballos y cuya ejecución estuvo a cargo de Correa. El remate del volante exigió al máximo al arquero, que manoteó la pelota, pero ésta dio en un palo y Ceballos la mandó adentro.
La "T" no tuvo ni tiempo para festejar, porque Chacarita empató casi en el acto, con un zurdazo de Leone, su hombre más destacado, quien a la espalda de Felicia, estableció una diferencia de juego que "Chaca" aprovechó lo más que pudo.
El que mejor imagen dejó en esos minutos que transcurrieron hasta que terminó el primer tiempo fue el equipo dirigido por Rivoira, ya que por la otra banda se contagió Romano, quien le ganó un par de veces a su marcador (Correa) y sus envíos al área crearon complicaciones para el local. En una de ellas, Alustiza sacó un remate que se fue apenas alto.
En el complemento, Talleres intentó ganar terreno, pero su problema siguió siendo la generación de juego. Tan difícil le era encontrar a Bustamante que la subida de Trullet por derecha fue la opción de ataque que le quedó al local. Después, con el ingreso se Bongioanni y Dragojevich intentó darle prolijidad al armado e intentó arriesgar algo más de agresividad al ataque, pero no le alcanzó. La salida de Bustamante tampoco le cayó bien al local, porque el volante había sido uno de los mejores de su equipo.
Así la "T" vio cómo se le esfumó la chance de llegar arriba ante un público que no pudo disfrutar un nuevo triunfo albiazul.