Alrededor de 1.200 personas se dieron cita a la Boutique para observar el accionar de Talleres frente a Atlético Tucumán. Hubo puestos de choripanes, gente cuidando autos en la playa de estacionamiento, vendedores de café y golosinas, y operativo policial, como si fuera un partido por campeonato.
Buena parte de los 80 minutos de fútbol tuvo como fondo el canto de la gente que dejó en claro el interés de alentar, sin agredir a los protagonistas, más allá de algún insulto a los ex Talleres, Claudio Sarría y Adrián Avalos, hoy en Atlético Tucumán.
Aunque hubo dos escaramuzas y la gente tiró algún insulto a los visitantes y miraba con sorpresa al técnico Roberto Saporiti, que en una de las «peleas» ingresó al campo de juego para reprocharle al árbitro Marcos Cabrera que pusiera atención a los jugadores a los que se les iba la pierna.