Saporiti se tomará su tiempo


Por Gustavo Veiga, Especial.

Buenos Aires. Roberto Saporiti se tomará su tiempo. Cinco, seis días, quizá una semana completa para reflexionar. Su contrato con Ateliers SA vence el 30 de junio de 2007, pero la continuidad del DT dependerá de una conversación con Carlos Granero, el concesionario de Talleres. Así lo adelantó en el vestuario de la cancha de Almagro, después de la eliminación de su equipo a manos de Chacarita Juniors.
“Tengo contrato por un año más, pero deben haber puntos de coincidencia también. Voy a pensar unos cuantos días sobre lo que pasó, y después le haré mi análisis a Granero, de la situación y de lo que debe ser el futuro de Talleres. Sí tengo claro que, a este club, el único casillero que le cabe en la Primera B Nacional es el que dice ascender”, consideró Saporiti.
El entrenador, incluso, fue más allá: “Cuando nos reunamos, le voy a decir a Granero todos los caminos que debe seguir Talleres en el aspecto deportivo”. Y aclaró que, en su determinación de continuar o no al frente del plantel, no pesará la resistencia que tiene en un sector de la hinchada, ni la agresión que recibió el martes pasado: “No les voy a dar importancia a esas cosas. No voy a confundir a cuatro o cinco inadaptados con 45 mil personas”. “Yo rescato al ‘pueblo tallarín’, como siempre digo. Porque apoyó al equipo. Y se fue decepcionado, es cierto, pero la gente estuvo ahí, dando su respaldo”, añadió el técnico.
Saporiti confirmó que después de entrevistarse con Granero viajará a Santiago de Chile para pasar unos días con Lorena, su hija mayor. Además, precisó que no concurrirá al Mundial de Alemania, como sí lo harán varios colegas suyos.
Antes de alejarse de la cancha de Almagro, el DT analizó el cierre del torneo, que incluyó la evaporación del sueño del ascenso albiazul: “La causa principal de esta despedida es haber perdido con Chicago, donde se nos fue la chance de ser campeones. Todos sintieron el golpe. El público, los jugadores, el cuerpo técnico: todos lo sentimos, porque somos seres humanos”.
“El primer partido contra Chacarita fue muy rápido, el plantel no había logrado reponerse... y jugamos muy mal en Córdoba. Pero en la revancha, el equipo jugó con dignidad, aunque eso no conforme a nadie. Yo tengo una parte de responsabilidad en todo esto, y la asumo”, concluyó Saporiti.




“La dirigencia me apoya”


Saporiti pretende seguir dirigiendo a Talleres
Matías Imaz / Agencia Buenos Aires

En las puertas de un vestuario abatido por las chances de ascenso que se esfumaron, Saporiti no ocultó desilusión, analizó el partido y dejó un signo de interrogación en el aire en referencia a su continuidad como técnico de Talleres.
-¿Qué fue lo primero que le dijo a sus jugadores una vez finalizado el encuentro?
- Los felicité por el partido que hicieron. Estábamos tres goles abajo, pero el equipo volvió a jugar al fútbol y fuimos muy superiores a Chacarita. Creo que lo que hay que rescatar de esta tarde (por ayer) es que salimos del campo de juego con dignidad.
-¿Cuáles son las claves por las que Talleres se quedó sin ascenso?
- El motivo principal fue haber perdido la posibilidad de ser campeón contra Chicago en Córdoba. Esa derrota fue muy dura de digerir y el equipo no pudo reponerse para enfrentar a Chacarita. No pudimos responder a ese golpe con fútbol y asumo la culpa... el responsable soy yo. Jugamos muy mal el martes de local y Chaca lo supo aprovechar.
- ¿Cómo ve el futuro de Talleres de aquí en adelante?
- El único camino que le queda a Talleres es afirmar todo lo que ha hecho este torneo y corregir las cosas que no ha podido hacer para realizarlas el campeonato próximo. De estar festejando el sábado pasado, a un paso conseguir todo, terminamos en esto. Se torna difícil, a partir de hoy el plantel queda licenciado ya que el 80 por ciento de los jugadores tiene el pase en su poder, después veremos.
- ¿Entonces se queda para afrontar el próximo torneo?
- Tendré que reflexionar un tiempo y después le haré mi análisis a Granero sobre lo que pienso de todo esto y lo que tiene que ser de Talleres en la parte deportiva. Para eso me voy a tomar cinco o seis días. Por lo demás, la dirigencia me apoya y hay un contrato de un año por delante, pero tenemos que tener puntos de coincidencia. De lo que estoy convencido es que el único casillero que le queda a la «T» en el Nacional es ascender, no otra cosa.
-¿Siente que los hinchas quieren que continúe al mando del equipo?
- A la gente ya no le importa nada. La gente tenía una sola idea en la cabeza y no la pudimos conseguir. Pero ese aliento hay que retribuírselo el año que viene. Lo que tengo que destacar del «pueblo tallarín», como a mí me gusta llamarlos, es que alentó en todo momento. No hay que confundirse, cuatro o cinco inadaptados como los del otro día (lo agredieron con un manzanazo cuando se retiraba hacia el vestuario) no representan a 45 mil personas.