El técnico Roberto Saporiti elogió a su equipo y lloró de emoción.

Los jugadores festejaban dentro del vestuario como si ya hubiesen sido campeones. Con los cánticos como cortina de fondo, el entrenador Roberto Saporiti, exultante, dijo: «Sin ningún acto de demagogia, le pido a la gente que el próximo fin de semana llene el Chateau Carreras. Tiene que haber 48.500 personas. Eso es lo único que quiero. Que no quede ni una plaza vacía. Debe estar totalmente repleto. Los jugadores le van a saber responder: vamos a ser campeones. Sí, vamos a ser campeones en el Chateau».
Luego, el director técnico de Talleres se abocó a analizar las diferentes aristas de lo que fue una tarde ideal para el equipo cordobés. «Estos partidos dignifican al fútbol argentino. Los jugadores de la CAI entregaron todo. Después del partido felicité al rival y a su técnico. También al árbitro y a los jueces de línea, que estuvieron muy bien», señaló, en referencia a algunas polémicas que surgieron en la semana previa sobre una supuesta incentivación para la CAI. «Siempre parto de defender al jugador de fútbol. No tolero a algunos técnicos que atacan a los jugadores del equipo contrario dentro del campo de juego cuando se está jugando el partido. Es una falta de ética, de códigos. Por eso nunca tomaría un café con esa gente», disparó, sin anestesia.
El mayor deseo mío es ver a los dos equipos (Talleres y Belgrano) en Primera División, apuntó.
Mientras los festejos se extendían dentro del vestuario, Saporiti continuaba con su discurso. A pocos metros, un grupo de hinchas coreaba su nombre. LA MAÑANA le consultó al técnico cómo se sentía entre tanta euforia, a lo que el entrenador dijo: «El afecto de la gente es muy importante. Y tendremos que saber controlar eso. No es fácil jugar con 48 mil personas. Pero este equipo se va curtiendo. Ahora le digo al periodismo que estimule, que apoye. Ver a Talleres... -tras unos segundos de silencio, Saporiti se quebró y, emocionado, lloró. Cuando recuperó el aliento, continuó-. Recuerdo a mucha gente... Esperemos que el sábado seamos campeones.