Talleres volvió a jugar mal pero así y todo le ganó 2 a 0 a Tigre en Victoria. Cortó una racha de tres partidos sin triunfo y ahora espera al escolta San Martín de San Juan.
Juan Ignacio Pereyra - Agencia Buenos Aires

De la mano de una brillante actuación de Marcos Argüello que clausuró su arco, Talleres fue efectivo cuando llegó y de esa manera regresó a la victoria recuperando el liderazgo del torneo Clausura, cuando sólo restan tres fechas para finalizar.
Tigre propuso un ritmo intenso desde el inicio del encuentro y se llevó por delante al elenco albiazul generando una decena de situaciones de gol, pero no pudo concretar ninguna debido a la seguridad de Argüello que bajó la persiana y mantuvo el cero.
Torres, Krikorian, Castaño, Barrionuevo, Yassogna y Galmarini tuvieron el gol pero no pudieron con un imbatible arquero que cumplió una tarea más impecable.
El equipo de barrio Jardín se mostró desarticulado especialmente su flanco izquierdo por donde nunca pudo hacer pie debido a las desinteligencias de Ruggiero, Rodríguez y Baroni. Por esa zona desbordaba con facilidad Galmarini que lanzaba varios centros que nunca terminaron en gol. Tigre abría la cancha para hacer más vulnerable la endeble línea de tres del fondo.
Por su parte, Talleres tuvo sólo dos disparos al arco. El primero fue a la media hora del encuentro, cuando Germán Real se tiró al piso y trabó una pelota junto a Matías Izco, el disparo salió con mucha potencia hacia el arco local, antes rozó en la cabeza calva de Nievas y se metió en el ángulo superior izquierdo del sorprendido arquero Darío Capogrosso. Nadie lo podía creer, gol de Talleres que en ataque no había hecho ningún mérito.
Tuvo otra llegada antes de que termine el primer tiempo, un tibio disparo de Renzo Ruggiero que contuvo sin problemas el arquero de Tigre. Con muy poco Talleres se fue al entretiempo con el 1 a 0 arriba.
A los 4 minutos, Roberto Saporiti decidió el ingreso de Joel Barboza para formar dos líneas de cuatro que permitieran contener el ataque del local. Si bien el local siguió dominando el juego, ya no generó tantas situaciones de gol y tuvo una menor intensidad debido al desgaste físico de la etapa inicial.
En el complemento Talleres siguió sin ideas y la única llegada ocurrió cuando restaban cinco minutos para finalizar el encuentro. Luciano Leguizamón peleó una pelota por la izquierda y le ganó con el cuerpo a Nievas, dominó el balón, encaró en diagonal hacia el área y con un derechazo perfecto y cruzado colocó la pelota junto al palo lejano de Capogrosso. Fue el gol del 2 a 0 que aseguró la victoria y el regreso al liderazgo del Clausura.
Talleres se abrazó a la victoria y se trepó a la punta del torneo, pese a que no brilló en el terreno de juego, pegó en el momento justo y ahora mira desde arriba.