El comisario mayor Ramón Frías, director de la Planeamiento de la Policía cordobesa, llevó adelante el dispositivo de seguridad del clásico y no tuvo fisuras. «Estoy satisfecho por el evento y el comportamiento del público. Fue muy buena la tarea preventiva», sostuvo Frías en la transmisión de Cadena 3. Del operativo de seguridad participaron 1.250 uniformados y arrojó 30 detenidos, todos antes del inicio del clásico cordobés.
Uno de los apresados llevaba un arma de fuego, «aunque no pudimos comprobar si se dirigía a la cancha o no», señaló Frías. También hubo un detenido que llevaba droga, más allá de que por la cantidad se supone era para consumo personal. El resto y grueso de los apresados fueron por peleas en la inmediaciones del estadio y por alcoholizados. También hubo un vehículo policial dañado, al tiempo que no se denunciaron daños en automóviles particulares. Además la Municipalidad realizó controles de alcoholemia en las calles.