"Ganó Belgrano porque en los primeros 20 minutos del segundo tiempo marcó dos goles", señaló el técnico Saporiti. El campeonato le sigue dando chances.
GUSTAVO ZAMUDIO - [email protected]

El domingo pasado, Roberto Saporiti sabía perfectamente que Talleres encaraba una semana muy importante, con un choque incómodo ante Ben Hur en Rafaela y tres días más tarde el clásico ante Belgrano. Para encarar esos compromisos decidió ejecutar una fórmula muy audaz: cambiar medio equipo para enfrentar al alicaído equipo rafaelino y poner en condiciones a los once titulares que enfrentarían a Belgrano. Pasó la semana y el esquema planificado estuvo muy lejos del éxito porque sólo pudo conseguir un punto ante Ben Hur en un partido olvidable y ayer desplegó por momentos un fútbol atildado pero durmió 20 minutos de siesta en el inicio del complemento y los de Alberdi se apoderaron del choque.
«El clásico lo ganó Belgrano porque en los primeros 20 minutos del segundo tiempo marcó dos goles». Así de simple fue la explicación de la derrota que dio Saporiti al salir del vestuario. Pese a reconocer lo que significa perder el clásico, especialmente desde el punto de vista anímico, el técnico albiazul prefirió remarcar la buena actuación de su equipo en el primer tiempo y la fuerza de voluntad sobre el final para ir en busca del empate.
No aceptó hablar de especulación, cuando se le insinuó que en Ben Hur presentó un equipo muletto. «En Rafaela jugaron los que en ese momento estaban en mejores condiciones», afirmó con gesto serio.
Enseguida habló esperanzadamente sobre el futuro de Talleres: «Quedan cuatro finales y hay que jugarlas. Soy el entrenador y tengo que estar en calma más allá de esta derrota». No se mostró de-
sesperado y recordó algo que le había comentado a LA MAÑANA el martes pasado: «Hay que agarrar el diario cuando termine la fecha». Perdió San Martín de San Juan y hoy juega Juventud Antoniana frente a San Martín de Mendoza. En las últimas fechas todos parecen jugar para Talleres menos Talleres.