FEDERICO JELIC - [email protected]
El partido clásico entre las «leyendas» de Belgrano y las «figuras» de Talleres también se jugó con fervor. A pesar de que no había puntos en juego y ninguna copa de por medio, el partido que se anunció como preliminar tuvo casi la misma trascendencia que el partido principal, ya que se jugó con las tribunas llenas y bajo el aliento de las dos hinchadas.
Era un lujo para todos los espectadores: poder disfrutar nuevamente del Daniel Willington, de Lucio Alonso, de José Luis Villarreal, de Raúl Peralta, del «Tato» Martellotto, de «Pancho» y «Panchito» Rivadero, y demás figuras le dieron una distinción, un tributo a los que hicieron grande el fútbol cordobés. «Es lindo reencontrarse con los viejos amigos, lástima que no puedo ni patear», bromeó la «Milonguita» Heredia, técnico de los celestes. «Hacía seis años que no venía a la cancha y dos que no usaba botines. Agradezco el gesto de la Agencia de invitarnos. Una hermosa iniciativa, y ojalá se repita», comentó Ariel «Tanque» Ramonda.
El que más lo disfrutó fue el ex boxeador Santos «Falucho» Laciar, cumpliendo el sueño de jugar con la camiseta albiazul y a la par de sus ídolos. «Me tiemblan las piernas. Pensar que antes los alentaba desde la tribuna, y ahora me di el gusto de estar dentro del campo jugando con ellos», confesó. Por su lado, Mario Bevilacqua, con nostalgia expresó: «Ver la cancha llena me recuerda a aquellos duelos de los '80. Siento que no pasó el tiempo. Pero me pone contento que se acuerden de nosotros, que nos inviten a formar parte del clásico actual, se me llena la mente de recuerdos».
El resultado fue anecdótico. Sí, igualaron 2 a 2, pero en definitiva todos ganaron, tantos las glorias cordobesas como los hinchas que se acercaron dos horas antes del inicio del juego principal para rendirle tributo a sus antiguos ídolos.