Sin la mitad de sus habituales titulares, Talleres empató en cero en un deslucido partido ante Ben Hur. La igualdad le permite ser segundo, a un punto del líder San Martín de San Juan, y llegar entero al enfrentamiento del sábado con Belgrano. Cerca de 2.500 hinchas alentaron al equipo en Rafaela.
Gustavo Zamudio - [email protected]
Enviado Especial

Fue un 0 a 0 clásico. Sin demasiadas llegadas, ni emociones, ni figuras. Sin merecimientos. El partido no gustó y de todos modos, los dos se retiraron conformes, porque Roberto Saporiti había cambiado medio equipo, preservó a varias de sus principales piezas para el choque con Belgrano y quedó a un solo punto del líder San Martín de San Juan, que dentro de unos días viene a Córdoba a enfrentar a los albiazules.
Y a Ben Hur, muy complicado con los promedios del descenso, al punto que si perdía pasaba a ser el último de la tabla, un empate contra un equipo que es animador del torneo en busca del ascenso, no está mal.
Los cinco primeros minutos fueron de ida y vuelta, aunque sin arribo a los arcos, más allá de un salida de apuro de Argüello para cortar un avance por la izquierda del ataque local.
De a poco, Ben Hur tomó la iniciativa, a partir del tándem integrado por Giampietri y Romero, quien desbordaba por la derecha de la defensa albiazul y provocaba el 2-1 contra Gill. Además, en el medio perdían más de lo que ganaban Ruggiero y Rivadero, los encargados de recuperar la pelota.

El local recostó por ese sector casi todos sus intentos, pero no creó demasiado peligro, salvo un cabezazo por arriba del travesaño de Bustos, en una jugada que nació a partir de un error de Malagueño, a los 12 minutos.
Al promediar la etapa reapareció Talleres y en el lapso de los 10 minutos que van desde los 25 a los 35, no sólo equilibró el trámite sino que también generó dos situaciones concretas como para abrir el marcador. A los 25, Ruggiero robó una pelota, cedió para Bustamante y el enganche encaró con campo abierto y de frente al arco, pero optó por enganchar hacia afuera y cuando quiso definir lo cerró en el cruce Desvaux.
A los 30, un tiro libre de Oyola, fuerte y bajo, exigió al arquero contra su palo izquierdo y del corner, un envió de Barrionuevo encontró a Real, pero su cabezazo de pique al suelo fue débil y desviado.
Después de esas aproximaciones albiazules, Ben Hur retomó el control y lo mantuvo hasta el final, aunque sin profundidad.
La diferencia del segundo tiempo, en cuanto a la planificación de Talleres, fue que cambió el posicionamiento. Ya no se pegó tanto a su área y distribuyó mejor sus energías en el mediocampo, donde mejoró en la marca. Ruggiero, con la colaboración de Lucas Rodríguez (de a ratos, hizo pesar su velocidad por el andarivel izquierdo), neutralizó a Giampietri, en parte porque el «Máquina» no está en plenitud física y terminó siendo reemplazado. Con el ex Belgrano, se fue prácticamente toda posibilidad de ataque para Ben Hur, porque Bustos y Romay quedaron muy aislados, rodeados por una defensa albiazul más firme que en la primera mitad.
Al repunte de Talleres de abajo hacia el medio, le faltó fútbol. Por que ni los de Saporiti ni los dueños de casa sacudieron el segundo tiempo con jugadas de peligro. Los dos arqueros fueron meros espectadores, hubo un solo córner en los 90 minutos y como acción de riesgo se puede contabilizar solamente un tiro de Paz que salió disparado hacia arriba pero bajó de golpe y cayó en el techo del arco de Argüello, quien de todos modos tenía la situación controlada.
El ingreso de Daniel Plana y su velocidad (volvió de una lesión y no jugaba desde la tercera fecha, contra Aldosivi) amagaron con abrir un camino para Talleres, pero quedó en pura insinuación. Ben Hur no podía y Talleres mucho no quería, así que al cero y al empate nadie iba a corregirlo.