El buen momento de Talleres tuvo su repercusión en las casas de deportes. Los hinchas salieron a adquirir las camisetas que había en existencia y los que no pudieron hacerlo se quejaron rápidamente, vía mail, por los medios que tuvieron a su alcance.
La mayoría de las casas de deporte manifestaron que Penalty (la marca que viste a la "T") tuvo problemas con la provisión de las "pilchas". "Recibí 80 camisetas que volaron en una hora y media. Y no supe más nada. Encima, hay gente que la señó", dijo un empresario.
Francisco Lamolina, ex árbitro y directivo de Penalty, dijo: "Vamos a entregar mil camisetas por semana para que todos los hinchas puedan tenerlas".