Por Hugo García
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¿Habrá huelga de goleadores o de sus asistentes en Talleres? ¿Acaso los especialistas se estarán guardando los gritos para las últimas cinco fechas, cuando se define todo?
Es difícil saberlo para los hinchas y hasta para el propio DT Roberto Saporiti. Lo cierto es que el principal argumento ofensivo de Talleres no es un artillero ni un lanzador, sino un volante derecho.
Se trata de Martín Cabrera, quien ratificó sus condiciones de mediocampista con gol: al cabo de nueve partidos (la primera del Clausura no la jugó porque aún estaba en Quilmes) anotó cinco tantos y es, conjuntamente con Claudio García (el especialista de la divisional que tiene Huracán de Tres Arroyos), quien marcha arriba de la tabla de goleadores del torneo. Casi medio gol por partido.
Cabrera no cree que sea casualidad. "Creo que las cosas me están saliendo bien. Pero lo importante es que el equipo está peleando por algo. Ese es nuestro objetivo", dijo el volante.
Igual, la relación del riocuartense con el gol, empezó antes de Talleres. Desde que surgió en Estudiantes de Río Cuarto en 2001, empezó a hacer goles. Por eso fue adquirido por la CAI al año siguiente y allí se mantuvo hasta el Clausura 2005, torneo en el que jugó 20 partidos y anotó seis goles. Ahora está a un gol de superar ese récord, el que consiguió antes de ir a Quilmes, club en el que ni siquiera pudo debutar.
"Ojalá todo siga así. Ahora me tocó convertir ante Ferro. Fue de cabeza, gracias a que Leguizamón me tiró un centro bárbaro. En cuanto al resultado, no fue justo porque debió ganar Talleres. Tuvimos las situaciones más claras. No lo pudimos definir", comentó el riocuartense.
Pero Cabrera no es un tipo que vive del gol. Su andar es gravitante porque es capaz de generar juego desde la banda derecha o bien de aparecer libre con diagonales por donde nadie lo espera. Como si fuera un delantero más. "Trato de moverme. A veces centralizamos mucho el juego. Pero se debe a las pulsaciones y a los nervios. Pero volvimos a recuperar el nivel de juego que habíamos perdido", contó el volante de 26 años.
¿Otro dato? Su presencia en la red casi siempre significó algo para Talleres. Ejemplos sobran. Desde el 1-1 del sábado pasado con Ferro, pasando por aquel tanto de carambola en el 2-1 con Huracán (PP), ese cabezazo medido ante Atlético de Rafaela, en otro 2-1. "Hacía mucho tiempo que no jugaba, pero cada vez me estoy sintiendo mejor", concluyó Cabrera.