En la intimidad de Talleres, todos parecieran tener en claro que un árbol, por más frondoso que sea, no alcanza para tapar un bosque. Al menos, eso se desprende de las declaraciones que pudieron oírse en los últimos días de los jugadores y del técnico.
Luego del angustioso y polémico 3-1 sobre Huracán de Tres Arroyos, Roberto Saporiti y sus dirigidos coincidieron en afirmar que, más allá de los 18 puntos y de la condición de único escolta del torneo, el equipo debe mejorar su producción si quiere aspirar a grandes cosas en la B Nacional.
Hoy a las 16, cuando visite a Ferro en Caballito, la "T" tendrá la chance de demostrar hasta qué punto la autocrítica le permite potenciar su pretensión de ser protagonista. Por lo pronto, Saporiti dispuso un cambio táctico: el ingreso de Diego Castagno Suárez por Gonzalo Bustamante, y la consecuente modificación del sistema, que resignará el enganche y será un 4-4-2. La apuesta del "Sapo" es darle más equilibrio a un elenco que, más allá de que los números le sonrían, sufre demasiado.