Por Hugo Caric
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Con el desembarco de Roberto Saporiti a la dirección técnica de Talleres, en enero pasado, el defensor Gabriel Oyola logró la confianza y la continuidad que no había tenido desde su regreso a barrio Jardín, a comienzos de la temporada 2005/2006.
Con 23 años y una experiencia en el Parma de Italia (ver aparte), el sanfrancisqueño sabe que puede dar mucho más. Por ello, trata de suplir con sacrificio y temperamento un déficit físico que, según él mismo admite, arrastra desde que dejó Ferro Carril Oeste y volvió al club que define como su "padre adoptivo".
También reconoce que el equipo albiazul, que suma 18 puntos y es único escolta del líder San Martín de San Juan, luce mejor en la tabla de posiciones que en el campo de juego. Así y todo, se anima a ilusionarse con logros trascendentes que le permitan cumplir su propósito de "hacer historia" en la institución que conoce desde chico, cuando vivía en las tribunas de la Boutique y hacía tareas de limpieza en un supermercado para ayudar económicamente a su familia.
"Somos conscientes de que jugamos mal los últimos partidos, pero seguramente el técnico lo va a mejorar. Son momentos, etapas... Por ahí nos bajoneamos con la derrota en Salta y perdimos un poco de confianza, pero lo importante es que no nos caímos anímicamente y que el grupo está fuerte", comentó Oyola.
El zaguero relativizó las críticas que el equipo recibió por sus últimas actuaciones y, aunque mantiene la cautela, confía en estar en la discusión por el título. "Por ahí la gente pretende que juguemos bonito, y está bien. Pero hay que entender que, hoy en día, en la B Nacional se gana, más que todo, con huevos", dijo.
Oyola admite estar más cómodo integrando una línea de cuatro defensores ("para mí es mucho mejor, ya que puedo ir más al ataque") y que el partido con su ex club, Ferro, el próximo sábado a las 16, será "muy difícil, aunque habrá que salir a ganar".
"Estamos arriba y es obvio que la gente se ilusione, pero hay que esperar. El torneo está muy peleado: somos seis o siete equipos que estamos ahí... y faltan 10 fechas. Pero el grupo está fuerte y eso es lo importante", concluyó.

La experiencia en el Parma

En junio de 2002, y con apenas dos partidos en Talleres, Oyola emigró al Parma de Italia, donde estuvo dos años y medio. "Irme allá me sirvió mucho: hice experiencia, viajé por todos lados y conocí a jugadores extraordinarios, como Nakata, Adriano o Taffarel, que me ayudaron mucho", señaló. Del arquero brasileño dijo: "Cuando llegué, justo se había ido Sensini y no había argentinos. Todos me miraban raro y él me recibió. Me alquiló una casa al frente de la suya y me ayudó a comprar de todo, hasta los cubiertos. Siempre le voy a estar agradecido".