Maximiliano Natalicchio, uno de los jugadores de Huracán expulsado en el tumultuoso partido del sábado pasado, afirmó que "Maccarone cambió en el entretiempo y nos amenazó con expulsiones, como si lo hubieran apretado". De todos modos, subrayó: "Quiero creer que Talleres no puso plata para ganar".
El escandaloso cotejo entre Talleres y Huracán de Tres Arroyos todavía deja mucha tela para cortar. Lejos de arrepentirse por sus dichos y los de sus compañeros el sábado, en Capital Federal ya con la cabeza en frío y a punto de presentar un descargo en la AFA, el volante Maximiliano Natalicchio exclamó: «El árbitro nos robó. Sobre todo por la forma en que dirigió el segundo tiempo. De todos modos, prefiero creer que Talleres no puso plata para arreglarlo».
-El sábado, compañeros tuyos dijeron que el partido estaba arreglado.
-Es que te da esa sensación, porque en el primer tiempo dirigió parejo y en el entretiempo cambió, como si lo hubieran apretado. Estábamos por sacar y nos amenazó que si hacíamos tiempo nos sacaría tarjetas. Después vinieron las expulsiones y el penal, ¿qué tenés que pensar entonces? Pensás lo peor. Yo quisiera creer que Talleres no lo arregló, porque tiene plantel como para ganar los partidos sin necesidad de algo así. Tal vez fue algo en contra nuestra, más que a favor de ellos, porque no es la primera vez que Maccarone nos perjudica. Eso sí, nunca como ahora.
-¿Tenés problemas personales con este árbitro?
-Hace 12 años que juego y mucho tiempo lo hice en la divisional. Lo conozco bastante y sé que trata de manera sobradora a los jugadores, y por la manera de dirigir te inclina la cancha. Cuando jugamos con Talleres en Tres Arroyos, por el Apertura, me acuerdo que también dirigió él y no influyó. Pero el sábado nos metió la mano en el bolsillo. Nos robó.
-¿Cuál es el reclamo principal en su contra?
-En el primer tiempo lo echó mal a mi hermano (Leonel), porque no tiró la pelota a cualquier lado. Se la arrimó al alcanza pelota y por una avivada de los jugadores de Talleres, reclamaron y como tenía amarilla, se tuvo que ir. Pero por lo demás, cobró parejo. En el segundo tiempo se apresuró en expulsar a Martínez y el penal no existió. Le saco la pelota a Cabrera y como pierdo estabilidad, apoyo la mano sin saber que ahí estaba la pelota, porque ni la había visto. No quise sacar ventaja, ya que no había ningún jugador de Talleres cerca. Las otras expulsiones se dieron cuando el partido ya estaba fuera de control y en esos momentos, por la impotencia que sentía, se me cruzó pegarle una trompada y dejar el fútbol.
-¿Es verdad que jugadores de Talleres les pidieron disculpas?
-Conozco a varios del plantel, como Malagueño y Estévez, con los que fui compañero en Huracán y ellos me tranquilizaron en los vestuarios. También lo hizo Coria, y lo agradezco. Además, fue Zárate a cambiar una camiseta y nos dijo que no tenían nada que ver con la actuación del árbitro, y le creo. Ellos saben que hay muchas cosas en juego y le puede tocar a Talleres sufrir un arbitraje así.

LA FRASE
"Me expulsaron tres veces en el torneo, pero no soy violento. Juego al límite y cuando un árbitro nos quiere meter la mano al bolsillo, no me cayo. No soy mal intencionado, el único accidente que tuve fue con Cristian Pino, cuando lo lesioné. Lo llamé un montón de veces y me perdonó". (Maxi Natalicchio)