Cuatro en zona. Saporiti archivó la línea de tres y sumó a Gill. Así, la defensa ocupa mejor los espacios y no quedan tantos metros a espaldas de Cabrera y Lázaro, aunque la proyección de los laterales es nula.
Sin "cinco". Los problemas defensivos empiezan en el medio. Zárate no siente la función de volante central, y casi no hay opciones.
Todos juegan. La llegada de Cabrera le agregó movilidad y otra alternativa ofensiva al equipo. Lázaro va por afuera y Zárate ayuda. Bustamante es intermitente pero siempre genera expectativas.
¿Y arriba? Leguizamón se retrasa mucho y pierde peso ofensivo, aunque compensa ese déficit en las pelotas paradas. Falta el hombre-gol.