El equipo fue expulsado del actual torneo por no presentarse a tres partidos. Siguen entrenando todas las semanas, sin poder jugar oficialmente, luego de haber sido subcampeonas en 2019.

El fútbol femenino de Córdoba pasó por varias etapas desde su inicio en el año 2012 con la obligatoriedad impuesta por la Liga Cordobesa. Quien dominó siempre fue Belgrano, que ostenta 20 títulos, y Racing también logró alcanzar la gloria allá por 2018.

Las diferencias entre los clubes más importantes y el resto siempre estuvieron. Goleadas muy importantes que hasta el día de hoy seguimos viendo, por ejemplo, en el fútbol profesional de AFA. Talleres logró pasar de ser un equipo que perdía los clásicos por mucha diferencia a definir en los penales una Copa Córdoba en 2019.

Ese proyecto tuvo a Miqueas Russo y a Esteban Fernández como principales artífices. Desde su llegada, potenciaron a jugadoras, les dieron un estilo marcado y las hicieron pelear arriba. Sin embargo, el parate por la pandemia el año pasado cortó ese crecimiento, y a inicios de 2021 Russo se fue del club para ser ayudante de Mauricio Caranta en Instituto.

A partir de ese momento se sucedieron hechos desafortunados que desembocaron en un club expulsado de la LCF, sancionado hasta 2024 y con muchas jugadoras que se alejaron. De hecho, en el Belgrano que hoy disputa la Primera C hay cinco futbolistas que 2019 estaban disputando la final de la Copa Córdoba en cancha de Medea con la camiseta rival.

Entre las buenas noticias, se produjeron los regresos de dos jugadoras muy importantes para la estructura: Betina Soriano y Florencia Pianello. Soriano estuvo seis meses jugando en Costa Rica, mientras que la goleadora pasó por el fútbol de AFA con las camisetas de Platense y Español.

En el medio, muchos valores jóvenes emigraron a Buenos Aires para seguir su carrera en AFA. Algunas empujadas por sus chances en la selección, la vidriera de Talleres les permitió hoy destacarse en el fútbol profesional argentino. Son los casos de Paulina Gramaglia, Catalina Primo, Belén Taborda, Catalina Ongaro, entre otras.

La trascendencia a nivel nacional de un club como Talleres, y tener a Belgrano ya inmerso en la estructura femenina de AFA, posiciona al fútbol cordobés un escalón más arriba. Con esta situación actual, los ojos del país están puestos en esta insólita situación que tiene al equipo sin poder competir.

Pero lejos de mermar en rendimientos y resultados, en los amistosos que disputó las últimas dos semanas, ante clubes que están entre los seis primeros de la tabla, ganó 6-0 y 8-0. El nivel está, el compromiso y las capacidades también.

Hoy al plantel lo encabeza el entrenador Miguel Ludueña, quien asumió en marzo luego de las salidas de Russo y Fernández. Inmediatamente se ganó la confianza y el respeto de sus dirigidas, con las que día a día trabajan con la ilusión de poder demostrar oficialmente.

El fútbol cordobés perdió uno de los proyectos más importantes a nivel nacional, que ahora está empezando a tomar fuerzas de nuevo. Valores jóvenes volvieron a elegir Talleres para formarse y tener proyección. En la conferencia de prensa que Andrés Fassi brindó en la Boutique para miembros del club, la capitana del equipo mostró su apoyo a la gestión del presidente.

“El fútbol femenino te agradece todo lo que estás haciendo Andrés. Nosotras vamos a seguir entrenando y formando parte de la institución”, dijo Yamila Cazón.

Además de la imposibilidad de las jugadoras de realizar el deporte que aman de manera federada en la LCF, el torneo se perdió de un equipo con serias aspiraciones al título. Por más que la casa madre insista en que es una liga formativa, la competitividad es un condimento fundamental para el crecimiento de la disciplina.

Belgrano y Camioneros hoy son los punteros del campeonato, ganando todos su encuentros, seguidos por Universitario y Unión Florida. Cada equipo que debe jugar con las Matadoras, gana los puntos. Por eso, sin unidades, aparece el equipo de barrio Jardín, con un irreal último puesto en la tabla.

Quienes se fueron desde el club a Buenos Aires llevan lo colores y el nombre a la pantalla nacional. Cada vez que toman la palabra, hablar de Talleres. Cuando hacen goles, muchas de ellas lo hacen con el gesto de la “T”. En las transmisiones oficiales se habla del caso, de sus consecuencias y repercusiones.

Siempre es importante que jueguen los mejores, siempre le dará más valor a un torneo que las jugadoras más importantes estén en cancha. Hoy lo ven desde afuera futbolistas como Betina Soriano, Florencia Pianello o Milagros Mina. Todas ellas tienen un pasado de selección al que la falta de competencia las alejará de la consideración.

Si bien el conflicto con la LCF es largo, y de ambos lados tienen argumentos, el fútbol femenino cordobés necesita tener a Talleres en cancha. Belgrano alcanzó el objetivo de estar en AFA luego de un proceso sostenido de 20 años. En el Matador, los caminos se iban acelerando en parte por el período de gracia que atraviesa la institución desde su plantel masculino.

En Córdoba muchas futbolistas sueñan con ponerse la camiseta del club de sus amores, sea Talleres, Belgrano o Instituto. Perder a uno de ellos, con su poder de convocatoria y relevancia, es un lujo que el fútbol local no debería darse.