La “T” estuvo dos veces abajo en el marcador contra Racing, lo dio vuelta y se lo empataron sobre el final.

Si algo hay que reconocerle a este Talleres del Alex Medina es la valentía. ¿Cuál? La de poner toda la carne en el asador y que los jugadores sintieran que podían ponerle freno a tanta derrota.

Después, debe lograr el equilibrio tan deseado y buscado. Anoche, volvió a mostrar que cuando tiene espacios para atacar, los sueños son posibles. Sin embargo, tiene la mandíbula tan floja que apenas lo apuran, pierde lo conseguido hasta quedarse sin nada.

Arrancó bárbaro con la apuesta de un Dayro organizador y la idea de que Bustos y Menéndez pudieran ser aquella dupla temible.

Pero Racing no esperó nada: en la primera duda de una línea de tres que no había sido probada, anotó el 1-0 con el golazo de Rojas.

Talleres insistió apostando a la creación de Moreno y de “Mauri”, quien se complementó muy bien con Cubas. Pero faltaba Fragapane, aquel de Unión, que vino como asistidor y goleador. Dejó de sacrificarse y pasó como tiro. Vino el pase a Bustos y llegó el 1-1 parcial.

Pero como a Talleres nada le dura, Zaracho volvió a facturar en una jugada en la que Herrera fue exigido y dio rebote. Pero como este Racing de Coudet es flojito atrás, Bustos dejó a Moreno mano a mano con Arias. Tras el rebote, Dayro insistió y el arquero la dejó larga para que Menéndez empatara (¿fuera de juego?).

El partido quedó abierto para el complemento. Siguió de ida y vuelta. Talleres logró adelantarse en el marcador con el tanto de Bustos, tras una gran habilitación de Díaz y una mejor definición del 10.

Talleres hizo lo más difícil. Estuvo dos veces en desventaja y pasó a ganarlo. Sin embargo, su peor versión surgió nuevamente. Volvió a defender a distancia y distraído. Y Cristaldo, que había ingresado en el complemento, anotó el 3-3 luego de que Donatti la bajara. Encima, Bustos ya se había ido cuando faltaban 10 minutos lo que hizo que Racing se viniera con todo.

Y el final lo sorprendió con un empate mínimo, cuando tuvo todo.