Exjugadores de la “T” de cinco generaciones se reunieron para despedir a Guiñazú en una jornada con ADN albiazul.

La fiesta de ayer en el Kempes fue un agradecimiento de Pablo Guiñazú a toda la gente que lo acompañó en su carrera de futbolista profesional de 23 años, pero en especial lo fue para los hinchas de Talleres, que le brindaron, en los tres años que estuvo en el club, un afecto inconmensurable.

Por eso, “el Cholo” de dio el gusto de invitar a su despedida a representantes de varias generaciones de futbolistas que integraron planteles históricos de la “T”.

Desde Daniel Willington, Luis Galván, Luis Ludueña, Daniel Valencia, Miguel Oviedo Humberto Bravo y José Omar Reinaldi, pasando por representantes de épocas intermedias como Diego Garay, Mario Cuenca, Daniel Albornós y José Zelaya, y de jugadores con los que compartió planteles recientes como el arquero Guido Herrera, Juan Cruz Komar, Javier Gandolfi, Andrés Cubas. Dayro Moreno y Victorio Ramis, por sólo mencionar algunos de los tantos que estuvieron.

Talleres apareció en su vida en la última etapa de su carrera, pero se le adhirió en la piel como un tatuaje que llevará por siempre en el corazón. Fue una hermosa relación de tres años que parecieron muchos más y que, seguro, se prolongará con “el Cholo” ocupando algún cargo en el club.