Si llega una oferta superadora se irá, como siempre pudo pasar. ¿Lo nuevo? Su actual versión, lo hace prescindible.

Ver a Dayro Moreno sin la gravitación de antes es una imagen que ninguno de los habitantes del Mundo Talleres quiere que se prolongue. Dejando el campo de juego antes en el 1-0 ante Vélez y en el 0-1 con Rosario Central o ingresando como suplente y sin haber podido quebrar el 1-1 final con Central Córdoba fueron actos futbolísticos que aproximan la situación hacia un punto límite.

Hoy es un Talleres con Moreno, un jugador por el que Andrés Fassi, el titular albiazul, apostó a mantener y le dio tiempo como no lo hizo con ningún otro jugador. Por un arreglo económico (su contrato es en dólares –aunque tiene un tope– y debió ser actualizado a mitad de año) que obligó a una negociación que llevó casi 15 días más una situación familiar y legal que excedió al club y que condicionó su preparación para el actual torneo.

El primer límite ya se venció y hoy es un Talleres con un Dayro suplente. Medina le dio la prioridad a Nahuel Bustos y habrá que ver qué evaluación hace de cara a la visita al entonado River, a jugarse el domingo a las 17.45. El siguiente límite corresponde al jugador y a Fassi, quien armó el plantel y que paga lo que puede pagar, pero de acuerdo al rendimiento. Hasta ahora, el jugador no hizo declaraciones sobre sus actuaciones, su salida del equipo y la posibilidad de irse de Talleres.

Sin embargo, se sabe que Dayro va donde está cómodo futbolística y familiarmente. Y son condiciones que ahora no serían ideales para el colombiano. ¿Por qué se podría ir? Más allá de su agrado o no, existe una posibilidad que le ofrece el mercado. Como a nivel externo estará abierto hasta fin de mes, cualquier club que supere el contrato que le paga Talleres y que acepte indemnizar como corresponde al club, se podrá llevar al colombiano. ¿Así de simple? Sí. Lo ha dicho la directiva.

Con el colombiano

La banca del DT duró dos partidos. Alexander Medina no pretendía más allá de Vojvoda: el colombiano debía participar del juego y llegar para la definición. Sin embargo, esos famosos “18 días” de ausencia le pasaron factura a Moreno y el entrenador eligió optar por Nahuel Bustos, quien había venido jugando en esa posición de “9-10”.

En el medio, Talleres perdió un “9”: Junior Arias. El uruguayo había resuelto irse, pero accedió a quedarse con la esperanza de poder tener nuevamente su gran chance de volver a ser tenido en cuenta, algo que sólo le había ocurrido cuando llegó a la “T” y Frank Kudelka era el DT. Es más, se convenció de eso cuando Talleres decidió comprarle el pase.

Sin embargo, cuando llegó Moreno, Arias perdió la prioridad y en los últimos amistosos ya fue suplente. Hasta en el mismo debut con Vélez le ocurrió. Por eso, cuando Banfield volvió a insistir para llevárselo, Junior no opuso reparos. Lo cierto es que Arias dejó el Mundo Talleres y Dayro siguió en él, con la esperanza de que se recuperara.

¿Y sin “el Berraco?”?

Como ya se dijo, Moreno llegó a Talleres con un contrato en dólares, que se encareció bastante tras las dos corridas cambiarias de este año, más allá del tope que acordaron ambas partes. Está claro que Fassi lo hizo porque es el jugador franquicia. Pero verlo así, siendo uno más, hará que piense muy bien si es que le llega una oferta superadora.

“Hay un cierre de mercado que es en setiembre para los europeos. Hoy queremos incorporar y no vender. Habrá que ver qué se define hasta fin de mes”, supo decir el presidente en la presentación de los aliados estratégicos del club en el hotel Sheraton. Y, en la semana, lo ratificó ante Mundo D.

“Si viene un ofrecimiento lo evaluaremos. Si le conviene a Talleres, se irá; si no le conviene al club, no se irá”, contó Fassi.

¿Y qué dijo Medina? “Moreno es un jugador de mucha jerarquía. Velamos por el equipo y tenemos una gran confianza en Dayro, pero también miramos momentos del partido, individuales y colectivos. En esa situación analizamos y ejecutamos”, dijo el DT uruguayo.

Por lo pronto, Bustos le ganó el lugar a Moreno ante “el Ferro” y Mauro Valiente es la otra alternativa. El colombiano sabe cómo volver a ser el mejor. Si no, su estadía en Talleres se acortará.