El colombiano no parece ser el atacante preferido por Alexander Medina, quien lo cambió en el segundo tiempo frente a Vélez y frente a Central. 

El presidente de Talleres, Andrés Fassi, tuvo que hacer un gran esfuerzo económico para sostener la presencia de Dayro Moreno en el plantel que hoy dirige el DT Alexander Medina. Y si bien el entrenador uruguayo le respetó la titularidad en los dos partidos que jugó su equipo en lo que va de la Superliga, no dudó en reemplazarlo en el segundo tiempo de los encuentros contra Vélez y contra Rosario Central.

Al delantero colombiano –el jugador más caro del plantel– no le están saliendo bien las cosas en la cancha. Por distintos motivos, está lejos del nivel que se esperaba de él y mucho tiene que ver, seguramente, el retraso de 18 días que tuvo para empezar la pretemporada, por un problema familiar que le costó solucionar.

Pero la situación tiene sus atenuantes. El entrenador uruguayo no lo está haciendo jugar como referente de área, el puesto en el que el delantero colombiano más puede herir a los rivales. Es un "animal" del área y nació para el gol. Nadie puede discutir sus reconocidas virtudes como definidor.

Pero, obligado a retrasarse para hacerse de la pelota y a jugar por todo el frente de ataque, con un despliegue físico y una intensidad que todavía no puede mostrar, Dayro va perdiendo gravitación en los metros finales.

Y, cuando la pelota no le llega, se pone fastidioso. No le viene sucediendo ahora, sino que es una situación que padece desde los partidos finales de la Superliga pasada y que se patentizó en la Copa de la Superliga.

Sin Sebastián Palacios, el jugador con el que componía una dupla atacante ideal y goleadora, ahora intenta amoldarse a dos laderos que recién está conociendo, como Jonathan Menéndez y Franco Fragapane, y termina pagando los platos rotos.

De titular indiscutido e inamovible, Dayro pasó a no sentir segura su titularidad con Medina, quien además sumó un problema de última con la repentina partida de Junior Arias a Banfield. El centrodelantero uruguayo era uno de los jugadores a los que él apostó y por el que hizo fuerzas ante Andrés Fassi para que se mantuviera en el plantel.

Fassi hizo uso de la opción por el total de su pase, pero Junior se terminó yendo a préstamo con opción al Taladro, sin una venta, con cero pesos de ingreso para el club. Algo no cierra.

Y, con la salida de Arias, sería de presumir que Dayro tendría su lugar asegurado, sin discusiones, en virtud de que ni Mauro Valiente ni Lautaro Guzmán tienen la experiencia ni el oficio que aquilata el delantero cafetero.

Pero tampoco eso parece seguro. Fassi tratará esta semana de vender un jugador propio al exterior, para que se le abra la posibilidad de sumar, hasta el 30 de este mes, un futbolista extranjero. Y todo hace prever que será un delantero. ¿Será él? Muy difícil, por todo el esfuerzo que hizo Fassi para retenerlo, pero no imposible. En Talleres todo puede pasar.

Se menciona como probable incorporación a otro uruguayo, Manuel Ugarte, un joven atacante que reúne las condiciones que Medina requiere para el puesto y que no parecen calzar con las de Dayro. Es joven, puede jugar por todo el frente de ataque y tiene el valor de reventa que Dayro no tiene, por sus 33 años

¿Habrá otro culebrón con Dayro como protagonista?