El equipo de Medina dejó dudas en la caída por penales ante Central Córdoba. A una semana del debut, hay varios aspectos en los cuales trabajar. 

Si bien fue en un amistoso y con los cuidados del caso porque el debut de su equipo en la Superliga está sólo a una semana, la presentación en sociedad del modelo Talleres del entrenador uruguayo Alexander Medina no entusiasmó a los alrededor de 10 mil socios e hinchas que ayer se llegaron al Kempes a ver el ensayo contra Central Córdoba de Santiago.

La gente pensó que se encontraría con un equipo más agresivo y contundente, con movimientos creativos y ofensivos más aceitados en lo futbolístico, pero no fue así. Lució mejor atrás que de mitad de cancha hacia adelante, salvo en la desatención que le costó el empate de Cristaldo, en el inicio del complemento.

También se mostró como un elenco con mucha intensidad, de correr bastante, con la intención de salir jugando rápido y seguro desde atrás, pero con poca pausa para aclarar el juego.

La gente no reprobó la actuación de equipo, pero al hincha le dejó sabor a poco. No se retiró con gesto adusto, pero tampoco contento ni esperanzado. Sin dudas, esperaba más.

De impecable saco azul y pantalón al tono, Medina, demasiado serio y reconcentrado, pensando cada palabra y sin estridencias, trazó un balance de lo que mostró su colectivo futbolístico.

“Hubo cosas buenas y malas. Por momentos, en el primer tiempo, el equipo hizo cosas buenas, como la posesión del balón y las situaciones de gol que creamos a través de la presión, pero nos faltó concretarlas. Hubo transiciones rápidas, que es uno de las ideas que tratamos de inculcarles. Pero después caímos en un bajón en el segundo tiempo”, opinó.

Cuando se lo consultó por los aspectos a corregir, precisó: “Tuvimos una circulación lenta del balón en la fase de inicio de nuestro juego. Tendremos que automatizar más los movimientos ofensivos en los días que nos quedan antes del debute en el torneo”.

Al margen de ello, Medina estimó que el movimiento en bloque de su equipo estuvo bien. “Salvo en el gol, que vino de un descuido, no recibimos situaciones claras para convertir del rival. Jugamos en distancias cortas, que es lo que pretendemos”, enfatizó.

Cuando se lo consultó si ve bien al equipo para el debut complicado que tendrá contra Vélez el próximo domingo, en el Kempes, el entrenador charrúa comentó. “Vamos a llegar mejor, sabemos que Vélez Sársfield es uno de los equipos que mejor juega en el torneo. Queremos tener más continuidad, crear más situaciones de gol y lograr más contundencia. Hoy fueron en cuentagotas, en forma esporádica, y principalmente en el segundo tiempo”.

Además, como lo hizo el viernes en contacto con el periodismo tras la práctica de la tarde, Medina no ocultó su inquietud por la indefinición que sigue reinando en la continuidad de Juan Ramírez.

“Juan es un jugador importante, un volante mixto que nos da mucho. Entre todos vamos a definir qué es lo mejor para el club, para el futbolista y para nuestro cuerpo técnico. Queremos poner todo en la balanza. Él se siente cómodo en Talleres, pero quiere dar un salto en lo profesional y en lo económico. Ha tenido un rendimiento bastante importante y está identificado con el club. Nos gusta mucho su perfil”, comentó respecto de quien fue el jugador más destacado de la “T” ayer, junto al colombiano Dayro Moreno.

Nahuel Bustos, feliz

A quien se vio feliz tras el partido fue a Nahuel Bustos, quien el viernes comenzó a entrenarse con el plantel y fue “exprimido” por Medina, ya que por la mañana jugó en la Boutique contra el remanente del equipo santiagueño y marcó uno de los tres goles con los que la “T” ganó 3-1. Y también lo hizo en el amistoso principal, cuando a los 25m del complemento reemplazó a Lautaro Guzmán.

“Estoy muy contento de haber vuelto a casa. Recién estoy llegado desde México y el DT me dio muchos minutos. Fue una linda experiencia estar en Pachuca, aunque no pude jugar todo lo que yo quería. Vuelvo más maduro como jugador”, dijo el delantero.