Unos 250 hinchas albiazules pudieron ayer ver en acción al plantel, en la Boutique, en una práctica abierta a los socios.

Siempre es bueno que la gente de Talleres pueda tener contacto con su plantel superior, el que más motiva su adhesión a los colores aún en tiempo de receso del fútbol oficial y con una pretemporada todavía en marcha.

Fue lo que pasó en la mañana de ayer en la Boutique. Por una iniciativa del club que, si bien fue diagramada de apuro el viernes cuando casi con un pie en el avión que los llevaría a Buenos Aires sus jugadores se enteraron de que no se jugaría el amistoso de ayer contra Arsenal, terminó resultando una linda experiencia para los 250 socios que pudieron ingresar al estadio albiazul.

Ni bien se confirmó la suspensión del ensayo, y ante la imposibilidad por una cuestión de tiempos de encontrar otro rival para jugar, el DT albiazul, Alexander Medina, decidió que su equipo hiciera ayer dos horas y media de fútbol formal, entre el equipo que hoy se perfila para debutar en la Superliga y un remanente del plantel.

Simultáneamente, la directiva del club determinó que los socios puedan entrar a la cancha, para ir “calentando motores” y observar a un equipo que no podía ver “en vivo” desde el 26 de abril, cuando la “T” le ganó 3-2 a Atlético Tucumán, en el Kempes, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Superliga.

Esto, porque los tres amistosos que Talleres jugó hasta ahora en su pretemporada –contra Juniors, Instituto y Estudiantes de Río Cuarto– fueron a puertas cerradas. Hubo un partido de dos tiempos de 30 minutos y un alargue de 20 minutos más, para que Medina pudiera ver en acción a todos los futbolistas que tenía previsto emplear contra Arsenal, que preveía dos ensayos futbolísticos.

El equipo titular ganó 2 a 0, con goles de Juan Ramírez e Ignacio Méndez, pero los hinchas y socios matadores no repararon tanto en eso como sí en disfrutar de la posibilidad de mirar de cerca a los jugadores del plantel. No es lo mismo la lejanía que imponen las tribunas del Kempes que la proximidad que brinda la popular este de la Boutique, donde se acomodaron los simpatizantes albiazules.

A las 9.30 los hinchas se congregaron en el portón que da a la calle Olimpia y a las 10 comenzaron a entrar a la cancha, simultáneamente con el inicio del primer bloque de juego.

De a poco fueron entrando en clima y a alentar a los jugadores con distintas canciones, sin olvidarse, por supuesto, del descenso de los “primos” de Belgrano, a quienes le dedicaron varios estribillos irónicos.

El jugador que más elogios se llevó de la gente fue Dayro Moreno, quien no se privó de tirar algún lujo en el campo de juego, que fue retribuido debidamente. “¡No te vayas nunca, colombiano!”, le gritaron. También se llevaron varios gritos de apoyo Guido Herrera, Juan Cruz Komar y Sebastián Palacios, entre otros. Al delantero le gritaron a modo de súplica: “¡Quedate, ‘Tucu’!”.

Pero lo más lindo estuvo al finalizar el partido. Los jugadores se acercaron a la tribuna para agradecerle a los hinchas su presencia y fueron ovacionados por ellos cantando: “¡Señores yo dejo todo, para ver a Talleres, porque los jugadores, me van a demostrar..!” y “¡Talleres, mi buen amigo, esta campaña, esta campaña volveremos a estar contigo..!”.

Cómo formaron los equipos

El elenco principal que dispuso Medina lo hizo con Herrera; Nahuel Tenaglia, Komar, Javier Gandolfi y Enzo Díaz; Tomás Pochettino, Andrés Cubas y Juan Ramírez; Franco Fragapane, Moreno y Palacios. En tanto, el remanente formó con Mauricio Caranta; Joel Soñora, Tomás Kummer, Renzo Paparelli y Agustín Irazoque; Fernando Juárez, Federico Navarro y Juan Méndez; Samuel Sosa, Junior Arias y Lautaro Guzmán. Después ingresaron Aldo Araujo por Arias, Mauro Valiente por Sosa, Leonel Rivas por Guzmán, Leonardo Godoy por Kummer y Alexis Yáñez por Juárez.