El presidente de Talleres dijo que el reto del club es tener un equipo con un “70 o un 80 por ciento de juveniles”.

Talleres transita el cuarto año de la gestión presidencial de Andrés Fassi. Una de las señales más nítidas de sus discursos fue enfocar y privilegiar el trabajo en las divisiones inferiores: la veta todavía en proceso de exploración en barrio Jardín, que en un futuro no muy lejano, dice el máximo dirigente de “la T”, le dará sustentabilidad al club y un mejor nivel de competencia a sus equipos.

Fassi habló del tema con Mundo D. Más allá de una campaña con altibajos del equipo en la Superliga, en los últimos meses han aparecido los juveniles Nahuel Bustos (transferido al Pachuca de México), Lautaro Guzmán y Mauro Valiente.

Fassi se refirió a los objetivos a mediano plazo para conformar un equipo con más raíces propias, con el fruto de la cosecha autóctona. Independientemente de las gestiones para reforzar al plantel de cara a la primera parte de la competencia en 2019, el directivo reiteró que “en siete u ocho años” eso de “tener un ‘equipo de jugadores formados en el club’”, podría finalmente producirse.

Y citó algunos puntos que deben respetarse para que eso suceda.

–¿Por qué Talleres todavía tiene que vender jugadores?

–Tomamos al equipo después de una quiebra de muchos años, situación que pasaron todos los equipos de Córdoba que en algún momento jugaron en primera división en los últimos 30 años. Vos te vas a la quiebra cuando se gasta más de lo que ingresa. Con ese parámetro, teníamos que generar el cumplimiento de un montón de objetivos deportivos pero también de objetivos que tenían que ver con la gestión y con la parte administrativa. No era solamente resolver la situación deportiva sino también ver qué nivel de sustentabilidad y visión futura le íbamos a dar a Talleres para los próximos años, porque no queremos nuevamente la figura de la quiebra para Talleres o la figura de los endeudamientos eternos. En primer término hubo que hacer un aporte externo personal para que eso se pudiera dar. Otros años, ese aporte también lo han hecho otras personas en Talleres, ya que nunca se alcanzaron los ingresos genuinos de lo que va generando el mismo club para los objetivos que uno institucionalmente quiere ir teniendo. Es imposible pensar que un club se pueda manejar permanentemente por la bondad de uno, dos, tres o los directivos que sean. Un club definitivamente para ser sustentable tiene que poder cumplir un montón de situaciones que tienen que ver con un modelo de gestión administrativa. Bajo ese parámetro hoy Talleres necesita vender para poder mantenerse en esos números equilibrados, que nos permitan seguir con la posibilidad de crecer, con la posibilidad de estar peleando para seguir en primera división, con la posibilidad de ingresar a competencias internacionales, con la posibilidad de seguir invirtiendo en infraestructura, de seguir invirtiendo en divisiones inferiores; con la posibilidad de seguir haciendo un trabajo de desarrollo social que se viene haciendo con escuelas de fútbol, filiales y todo el entorno de lo que se viene generando. Sería imposible, inviable, poder pensar que podemos gestionar un club en el que gastemos más de lo que ingresamos. Bajo ese parámetro hasta que la rueda se normalice y se estructure con un gran trabajo de siete u ocho años en divisiones inferiores, hasta que esa rueda se dé y ese momento llegue tenemos que seguir teniendo equilibrio y sustentabilidad en el club. Y necesitamos sí o sí imperiosamente de vender para tener el equilibrio que hoy Talleres tiene. Y con esa venta poder ir armando toda esa estructura institucional que se necesita para que en ese tiempo se pueda ejercer un modelo de gestión que haga sustentable el club y le que permita seguir cumpliendo a la par los objetivos deportivos.

–¿Qué circunstancias se tienen que dar para evitar que se vendan jugadores?

–Es muy difícil evitar la venta de jugadores porque es el sustento y uno de los ingresos más importantes en todas las instituciones en el mundo, no solamente en Talleres. En ese contexto, lo que hay que tratar es que no todos los años se vendan tantos jugadores. Eso sucederá cuando con el tiempo se pueda crear un gran trabajo de infraestructura. Ahora estamos detrás de la creación de Mundo Talleres. Esa infraestructura es la que nos va a permitir un alto rendimiento al mejor nivel y formar jugadores desde los cuatro hasta los 18 años. Eso nos va a permitir ir haciendo un club sustentable con costos y salarios más reducidos, con gente en un 70 u 80 por ciento producida en el club y que nos dé la posibilidad de esa sustentabilidad. Pero siempre un club para crecer, definitivamente, debe vender. Solamente menciono algunos hechos aislados, estadísticos. Cuando de repente instituciones como Boca o River, por cantidad de socios, por ingreso de patrocinio, por derechos de televisación, por venta de entradas a la cancha, por venta de indumentaria deportiva y por todo lo que significan, ingresan cinco o seis veces más que vos, tenés la necesidad imperiosa de vender porque nunca vas a poder tener la magnitud de ingresos que tienen las grandes instituciones, como Boca o River, por ejemplo. Trataremos de evitar una mayor cantidad de ventas de jugadores en el momento en que haya un alto nivel de responsabilidad de los hinchas para con su institución, aspecto que Talleres requiere y necesita. El club necesita 75 mil socios y 45 mil personas que abonen el abono fútbol para empezar a pensar que definitivamente los jugadores pueden quedarse muchísimo tiempo, por los recursos genuinos que el club va generando. Paralelamente hay que tener más aliados estratégicos, y una gestión comercial que vaya rindiendo cada vez más ingresos. Eso posibilitará la reducción en la venta de jugadores y les dará más posibilidades para que se queden más tiempo en el club.

–¿Es realizable un equipo con mayoría de jugadores de la institución?

–Sí, es posible. Tengo la experiencia después de 25 años de gestión en México. El equipo que más jugadores de divisiones inferiores les aporta a las selecciones nacionales infantiles es Pachuca. Tenemos más de 48 jugadores del club en las selecciones sub 13, 15, 17, 20 y en la selección mayor. El equipo que más ha vendido al extranjero jugadores surgidos de su cantera es Pachuca. El actual goleador del fútbol de Holanda, Irving Lozano, surgió en Pachuca. Erick Gutiérrez, también integrante de la selección mayor de México y uno de los jugadores más cotizados en el mercado, vendido al PSV Eindhoven de Holanda, surgió en Pachuca. Héctor Herrera, actual capitán de la selección de México, actualmente en el Porto de Portugal, salió de las divisiones inferiores de Pachuca. Esto habla de la necesidad de vender siempre porque el jugador quiere el desafío de tener una retribución económica de una magnitud que sólo la puede dar el fútbol europeo. Hoy Pachuca tiene casi el 80 por ciento de sus jugadores surgidos en divisiones inferiores, pero también tiene los recursos económicos para traer del extranjero a jugadores que le den una nivelación deportiva que les permita competir al máximo nivel. Pachuca ya ha ido a cuatro mundiales de Clubes y permanentemente compite en torneos internacionales. En Talleres será un reto tener un 70 u 80 por ciento de juveniles. Eso se dará después de un gran trabajo en infraestructura y en divisiones inferiores. Esa es la base de la sustentabilidad y es la base de la posibilidad de realización deportiva para todos los objetivos que pretende Talleres.