El "Cholo" admite que si la “T” no hubiera entrado a la Copa Libertadores, podría haber dejado el fútbol. Lejos de eso, hoy está potenciado y sigue con la ganas de un pibe de 20 años,...

Llevaba un buen tiempo sin hacer declaraciones. No había terminado bien de ánimo el semestre pasado y hubo quienes arriesgaron, como suele suceder cada fin de año tratándose de él, que con los 40 pirulos ya cumplidos había decidido dejar el fútbol. Claro, quien calla otorga, y como decidió mantener un prudente silencio, las versiones estuvieron a la orden del día.

Pero no. Pablo Guiñazú volvió potenciado a la pretemporada de Talleres, tras el receso veraniego, con más ganas que nunca de seguir jugando. Pasó que “el Cholo” tenía una mezcla de tristeza y bronca, porque la “T” tuvo una primera parte de Superliga muy irregular y el capitán también lo sintió. Pero hay que darle en la pelada con algo muy duro para que el capitán albiazul se caiga y no se levante. Porque la resiliencia es parte de su esencia.

De no haber estado de por medio un desafío mayúsculo como la Copa Libertadores, a lo mejor hubiera cedido a la tentación. Lo admite en esta entrevista que le brindó a Mundo D horas antes del viaje del plantel, el pasado a viernes, hacia Salta, para continuar la pretemporada del equipo.

¿Querés enterarte más? Te invitamos a leer la entrevista con el jugador que más pelotas tocó en la última Superliga, un líder nato que sigue mostrando las valencias físicas de un pibe de 20, pero con el doble de edad. Y que, además, enseña en cada concepto.

–¿Por qué decidiste guardar silencio tras el final del torneo?

–Por ahí son momentos de bronca, de tristeza, cuando los resultados no se dan. Yo soy muy autocrítico. En el último partido estábamos ganando y no pudimos aguantar el resultado. Fue bronca, nada en especial. El grupo y y yo queríamos terminar el año con una victoria fuera de casa. Tuvimos un semestre con muchos altibajos y todo eso va produciendo un desgaste en lo anímico. Hemos tenido partidos importantes que ganamos y nunca pudimos dar ese saltito que necesitábamos. No pudimos lograr una secuencia ganadora que nos dejara más puntos. Anímicamente lo sentí, pero no me caí. Eso jamás. Es triste porque podíamos haber terminado de otra manera. Si bien no fue malo del todo en materia de resultados, pudimos haber dado más. Y también es cierto que al final del año ya estaba cansado mentalmente. Cuando estoy así evito hablar para que no se me malinterprete alguna expresión. Uno tiene la sangre caliente en esos momentos.

–¿Como todos los fines de año, hiciste alguna reunión de evaluación con tu familia para considerar si era conveniente seguir jugando un semestre o un año más?

–No, no. No hubo una reunión en especial. Las reuniones están siempre. Ya tengo 40 años, pero el amor por el fútbol está intacto, físicamente también, me lo dicen los valores, las pruebas de rendimiento, pero ya pasa por otras cosas, como la motivación. Estoy muy bien y fuerte mentalmente, que es lo que uno debe mantener siempre. Arranqué la pretemporada muy bien, con todo. Disfruto de seguir entrenando, de que me caguen a palos en una pretemporada. No pienso en estar tirado en una playa tomando sol. Quiero un poco más y siempre fiel al club. Además los compañeros siempre me incentivan para seguir adelante. Me quedan seis meses más de contrato, pero esto es el día a día. Esperemos que no pase nada raro, una lesión, como para que uno tenga que decir “hasta acá llegué”. Karina (por su esposa) y mis dos hijos, Matías y Lucas, me apoyan a pleno. Saben lo que yo amo el fútbol y lo que significa para mí.

–Habrá que seguir preguntándotelo día a día si es la última temporada.

–Sí, porque capaz que está todo bien y un día me levanto sin ganas y largo todo. Somos seres humanos y soy así. Pero hoy estoy a pleno y muy motivado, arranqué muy bien trabajando a la par de los chicos. Con 40 años no es fácil y yo sigo palo a palo. Quiero seguir dando hasta la última gota de sudor. Eso me llena el alma, me da una tranquilidad interna muy grande. Los compañeros, la gente y mi familia merecen que yo entregue no el ciento por ciento... el 140 por ciento.

–¿Si no hubiera estado la Copa Libertadores de por medio, hubieras dejado de jugar?

–Puede ser. Nosotros, los futbolistas, nos movemos por desafíos deportivos. Yo soy así. En la balanza fue algo muy positivo para seguir metiéndole en los enterramientos y a full desde el primer día de la pretemporada. La verdad es que fue un envión muy positivo para seguir a las órdenes de Juan Pablo Vojvoda y, si se puede, ayudarlo. Sería hermoso poder poner a Talleres en la Fase de Grupos.

–¿Cuál fue el principal déficit que le viste al equipo en este semestre?

–Errores hay siempre, lo mismo que cuando el equipo gana. Pasa que cuando se gana, se notan menos. Nosotros no tuvimos la capacidad de mantener una secuencia ganadora. Y eso es un déficit que puede ser problemático. A mí me preocupa. Eso se te va minando de a poco la cabeza. Hay que mejorarlo urgentemente. Los futbolistas le llamamos rachas, pero tiene mucho que ver con la cabeza. Las rachas buenas o malas vienen por los estados de ánimo. Ganamos un partido importante y en vez de seguir en la buena, la cortamos. Cuando uno gana dos partidos seguidos, seguro que viene el tercero también, se empieza a dar. Es así. Nos golpeó muchísimo no haber ganado los dos últimos partidos, contra Racing y Lanús, después de haberle ganado bien a Argentinos Juniors.

–¿Qué más hay que seguir mejorando?

–Hay muchísimas cosas, pero te voy a decir una que para mí es muy importante. Los pibes tienen que empezar a ser más responsables y a tomar riendas de sus carreras y de lo que es el club. De tener su espacio, pero también de saber agrandarlo dentro del equipo y la institución. Porque cada uno empieza a tener cada vez más responsabilidades y tiene que aprender a hacerse cargo. Tienen un futuro impresionante y uno trata de hacerles ver que igual el tren pasa rápido.

–¿Se le acabó a Vojvoda la etapa de transición pos Kudelka?

–Sí. Esto es fútbol profesional, esto es alto rendimiento. Todos somos responsables de haber tenido altibajos: jugadores, cuerpo técnico, dirigentes. Y todos somos responsables de mejorarlo. Hubo una transición, seguro, pero somos un grupo. Sabíamos que podía ser difícil y lo terminó siendo, pero ya no hay más “tutía”. La transición ya fue. Nosotros ya lo conocemos a Juan Pablo, él ya nos conoce y sabe cómo funciona esto. Ahora es cuestión de arremangarse y que los resultados aparezcan. Hay que estar a la altura.

–Por haber jugado tantos tiempo en Brasil sabés lo que significa São Paulo en una Copa Libertadores. ¿Ganar el partido en Córdoba será imprescindible?

–Mirá, yo creo que el fútbol brasileño es muy bueno y no sólo São Paulo. Son muy competitivos y juegan muy buen fútbol. Pero yo creo que el secreto está en los 180 minutos. Ni en los 90 de acá ni en los 90 de allá. Tenés que ganar los dos partidos, si es posible. Es muy difícil y complicado, pero cuando uno comienza a hablar de Copa Libertadores, se tiene que cruzar con los mejores. No hay vueltas de hoja. De este equipo lo tuve como compañero en Vasco da Gama a Nené, a Joao (Rojas) en Talleres, quien no va a jugar por la lesión, y a Lucas Fernandes, que lo trajeron ahora, a Hernanes... son muy buenos jugadores, conocidos, a muchos los enfrenté. Hay que tenerle un gran respeto como equipo, pero uno sabe como es esto. Somos 11 contra 11, Talleres también tiene su historia, vamos en búsqueda de más. Tenemos que estar convencidos de que podemos dar ese primer paso para meternos en la Fase de Grupos. Enfrentemos a quien enfrentemos.

–¿Te alegró la vuelta de Sebastián Palacios?

–Sí, me da mucha alegría. Nos ha ayudado mucho, es un pibe muy bueno, alegre y tiene un fútbol picante. Nos va a volver a ayudar mucho.

–¿Y Dayro Moreno?

–Es un jugador diferente. Ya lo ha mostrado en los clubes que estuvo. Tiene una gran capacidad técnica y mucha inteligencia. Le va a dar al equipo mucho fútbol. Tenemos que ayudarlo para que se acostumbre a una nueva ciudad como Córdoba y a otro país. Pero como tenemos un grupo muy bueno, ya está a la par nuestra conociéndonos a todos.

–¿Te imaginás jugando de nuevo con “Bebelo” Reynoso?

–¿Cómo? No tengas dudas. Si me preguntás qué jugador quiero sí o sí que vuelva al equipo, es “el Rey”. Yo digo que es un jugador totalmente diferente. Me ha tocado jugar con grandes fenómenos y él es uno de ellos. Le toque volver o si se queda en Boca, o a donde vaya, lo que deseo es que pueda desenvolver su fútbol. Es lindo verlo y disfrutarlo. Él sabe todo lo que lo quiero.

–¿Qué consejo le das a un joven y tan buen jugador como Gonzalo Maroni?

–Primero, darle apoyo. Nosotros se lo dimos. Se lo cargó con mucha responsabilidad, y es muy joven. Todos somos culpables de algunas de las cosas que le pasaron. Pero él también nos tiene que ayudar, adaptándose cada vez más, mostrando el fútbol que tiene. Sabe que tiene el apoyo de todos nosotros. No tengo dudas de que con el paso del tiempo la va a romper.

–Los hinchas están muy entusiasmados con esto de jugar la Copa Libertadores. ¿Qué les decís a ellos?

–Que disfruten este momento. Puede ser muy corto o largo, pero de nuestra parte vamos a entregar todo para meter a Talleres en la Fase de Grupos. Sería hermoso hacer historia con este club tan hermoso, que busca siempre más. Y a nosotros nos toca esta chance. Vamos a hacer todo el sacrificio para seguir haciendo historia.

–¿El corte mohicano volvió para quedarse?

–Esta vez lo vamos a mantener. Y no es por cábala. Al contrario, hay mucha gente a la que no le gusta. Pero lo voy a a aguantar porque es diferente. Y cuando yo me pongo así, me tengo una fe bárbara. No me trajo suerte, pero me da una fe bárbara.