Se trata mañana el convenio urbanístico del club para el cambio de uso de suelo en zona sur. Además se habilitarían otros dos loteos en la misma sesión. Ayer se aprobó uno en zona este.

El Concejo Deliberante tratará mañana un convenio urbanístico para que el Club Atlético Talleres pueda vender entre 1.500 y dos mil lotes en un terreno ubicado muy cerca del campus de la Universidad Católica de Córdoba, en el camino a Alta Gracia.

El proyecto desarrollista de Talleres requiere un cambio de uso de suelo de rural a residencial y apunta a financiar Mundo Talleres, su ciudad deportiva.

La contraprestación que propuso el club por la plusvalía, estimada en cerca de 300 millones de pesos, es construir y gestionar cerca de 30 canchas en zonas urbano marginales.

Hay dos tipologías previstas en el convenio, que ayer fue presentado por representantes de Talleres.

Un módulo completo que parte de un baldío y obliga a generar la infraestructura, la obra civil y el equipamiento deportivo, además de dotar del personal necesario: entrenadores, médicos y empleados de mantenimiento. Y uno parcial, que remodela instalaciones ya existentes.

El presidente del bloque de concejales oficialistas, Lucas Balian, dijo que Talleres se comprometió a que estas escuelas de fútbol serán “de bandera blanca”, es decir que no serán para socios de Talleres ni para el reclutamiento de futuros jugadores.

Miguel Cavatorta, director de Comunicación y Vinculación Institucional de Talleres, dijo que cada una de estas canchas requiere “una inversión de 10 millones a 17 millones de pesos” y que serán “canchas de integración social”, sin vinculación con las 111 escuelas de fútbol de Talleres ni con su estrategia de reclutamiento de jugadores.

El predio tendrá en total 250 hectáreas y 55 estarán reservadas a la ciudad deportiva. El desarrollo urbano será abierto.

Según Cavatorta, están previstas obras complementarias para mitigar el impacto vial del emprendimiento, como rotondas, puentes de acceso y calles colectoras.

La oposición aún no definió postura. Uno de los concejales presentes, Santiago Gómez (Vamos), dijo que si bien el proyecto deportivo era para destacar, el contexto de apuro en el tratamiento y la aprobación exprés llevarían a que la bancada lo rechace.

Y planteó que el predio está ubicado apenas a 850 metros del enterramiento de Piedras Blancas, y la norma dice que no puede haber viviendas en 1.500 metros.

Cavatorta aseguró que el predio está más lejos, a 1.800 metros de Piedras Blancas, y que para el tiempo en que va a estar terminado el proyecto, el enterramiento debería estar ya cerrado.

Aluvión de convenios

El tratamiento de este convenio urbanístico cae en medio de una ola de proyectos de este tipo, todos puestos en agenda en las sesiones extraordinarias del Concejo.

Ayer se aprobaron dos de tres. Y además del de Talleres, el viernes habrá dos más en discusión para aprobar loteos en el camino a San Carlos, con autorizaciones para cambiar el uso de suelo y poder levantar 300 viviendas en cada uno.

En estos casos, el oficialista Lucas Cavallo dijo que estas autorizaciones se darán en zonas ya urbanizadas, “manchones” de terrenos con uso rural en un sector que ya cuenta con servicios y que con esta ordenanza se apunta a “densificar”.

Con un concejal suplente y dos votos oficialistas menos (Juan Negri y Laura Sesma), el bloque de Juntos por Córdoba consiguió sacar ayer el acuerdo por los Balcones del Este, un emprendimiento que figura a nombre de Alfredo Bernardo Becker y que requería cambiar el uso de suelo en un sector catalogado como reserva verde para permitir la construcción de 104 viviendas de dos pisos en Ruta 19 y Circunvalación, en Bajo Pueyrredón.

La contraparte para la ciudad del convenio con Becker son obras por 9,8 millones de pesos para la construcción de bocacalles y cordones cunetas.

A su vez, se aprobó una adenda a un convenio a favor de un vecino de apellido Barrenechea, que cedió unos cinco mil metros de un polígono de cinco hectáreas ubicadas en barrio Argüello a cambio de la condonación de deudas tributarias y una eximición para la parcela que quedó en su poder.

Esta parcela de tierra está vinculada a otro convenio urbanístico: el de Edisur, que como compensación por una autorización que elevó de 2.170 a 13.088 las viviendas autorizadas para edificar, en una zona a la que se le cambió el uso para hacerlo residencial, deberá construir una ampliación de la avenida Donato Álvarez.

El concejal opositor Esteban Dómina (Unión por Córdoba) cuestionó que se haya dejado un cheque en blanco para cuatro hectáreas y media. “En la parcela restante le dan un permiso para hacer lo que quiera”, advirtió.

Ayer también se votó para que vuelva a comisión el convenio con la Compañía Desarrolladora de Inmuebles para la edificación de cuatro torres de departamentos en Valparaíso y Circunvalación. Podría tratarse también mañana, si logran juntar los votos.

El texto original de este artículo fue publicado el 27/12/2018 en nuestra edición impresa.