El Xeneize se quedó con el amistoso al vencer a la “T” por 1 a 0. El partido fue parejo, con leve superioridad del equipo de Barros Schelotto.

El resultado fue lo de menos en un partido que en la previa tenía todo dado para ser una fiesta. Por un lado, Talleres festejaba el pase a la Libertadores y despedía a Frank Kudelka. Por el otro, un Boca con muchas figuras viajó a Córdoba a celebrar el bicampeonato.

El arranque fue con pasillo, al estilo europeo. Así, el local homenajeó al visitante. Joel Soñora se presentaba en sociedad en la “T” y varios cordobeses iban de arranque en Boca: Heredia, Chicco, Maroni y “Wanchope” Ábila.

Como todo amistoso, arrancó con ritmo cansino. Boca le dejó la pelota a Talleres que, como casi siempre, eligió la izquierda para atacar. Joao tuvo la primera al minuto con un remate débil ante Sara. En la primera jugada que el visitante pudo salir rápido la tuvo Almendra, tras un pase de “Wanchope”. De inmediato volvió a pegar Boca, esta vez por derecha, con un centro de Espinoza que conectó Más, a los 9 minutos.

Tras la apertura de marcador, la gente local empezó a cantar más fuerte y Talleres fue con más intensidad. Pero, del otro lado, Boca se sintió más cómodo, se sacó el viaje de encima y le dio la pelota a Gago. Olaza sufría por la derecha con Espinosa y Ramírez no encontraba socios en el juego.A los 19, Boca volvió a aproximarse con un tiro libre al borde de área que Fernando Gago remató por abajo y contuvo bien Herrera. Respondió Juan Ramírez, con un gran disparo desde lejos que Sara envió al córner. De ese tiro de esquina, “Wanchope” lideró una contra que él mismo terminó con un derechazo débil. En dos minutos el partido cambió de fisionomía y ya se jugaba más en serio.

A los 26, Talleres atacó otra vez por la izquierda y la pelota le quedó muerta en el área a Joel Soñora, que remató pero Más salvó en la línea. Otra vez el hijo del “Chiche” apareció y armó una gran apilada que despertó varios aplausos. El Matador sintió el golpe y, de a poco, fue metiendo atrás a Boca.

El local también intentó de arriba con un lindo centro cerrado de Olaza que casi se mete por el desvío en Heredia. Los últimos 15 minutos fueron todos albiazules, con posesión e intensidad, pero sin tanta profundidad. Boca tuvo la suya a los 39, con otra salida rápida en la que Almendra exigió a Herrera, que respondió muy bien.

El complemento

Como era de esperarse, en la segunda etapa llegaron los cambios. Los dos equipos metieron dos de arranque y dieron descanso a algunos jugadores importantes. Boca salió más decidido y se plantó más arriba. Sin embargo, el que se aproximó primero fue la “T”, a los 3 minutos, con un disparo muy desviado de Joao cuando estaba sólo en el área.

Maroni salió al segundo tiempo muy enchufado y desde sus pies partieron las mejores de Boca, que parecía acomodado y controlando el juego. Justamente una linda apilada del ex Instituto derivó en una chance que salvaron entre Herrera y Komar.

A los 17 minutos, Guillermo mandó a Tevez a la cancha y Kudelka también dispuso modificaciones. Y el partido se rompió. Careció de orden, pero sumó algo de vértigo. Maroni seguía intratable y generando peligro con esas corridas. Lo tuvieron varias veces en el área, pero Herrera estuvo fantástico. Talleres no encontraba juego y apostaba al pelotazo para los tres de arriba.

El Albiazul buscaba el empate, aunque Boca comenzó a planchar el partido con más cambios. Salió Gago y se llevó toda la silbatina del público. Talleres llegaba poco y Boca se defendía bien para salir rápido.

Los últimos intentos del local fueron por arriba y en uno de esos centros la pelota le quedó a Fernando Godoy, aunque su remate fue sacado estupendamente por Sara. De ese tiro de esquina Ramírez se perdió el gol de forma increíble. Iban 42 minutos y la “T” quería la igualdad.

La más clara fue un centro que Ortiz le bajó a Quintana, que convertía, pero todo estaba anulado por posición adelantada (mal cobrada). No hubo tiempo para más y el hincha albiazul se quedó con la emotiva despedida. Un resultado anecdótico para una fiesta que se vivió en las tribunas.