El atacante practicó ayer por primera vez con el plantel, en Salta, y habló con Mundo D. El extremo ecuatoriano viene a probar suerte en el fútbol argentino.

Sacarle algunos conceptos por vía telefónica desde Salta a Joao Robin Rojas Mendoza, el primer refuerzo que llegó a Talleres, no fue tarea sencilla. Habla poco y hubo que recurrir a los buenos oficios de Prensa Institucional del club para que respondiera por audio algunas preguntas.

De un cuestionario de varias preguntas, sólo respondió cuatro, y es comprensible. Ayer fue su primera práctica con el plantel albiazul en la pretemporada en el norte argentino y estaba acomodándose, conociendo a sus nuevos compañeros y al cuerpo técnico.

El extremo derecho, de 28 años y 1,73 metros, viene del exterior –es ecuatoriano, pero naturalizado mejicano– y deberá acostumbrarse a usos y costumbres distintos. Con un lenguaje que mezcla expresiones propias de esos países, le respondió a Mundo D, vale anclarlo, lo que quiso contestar.

“¿Te acordás cuando llegó Aldo Araujo al club, que había que sacarle las palabras con un tirabuzón? Bueno, más o menos se mostró así hoy. Hay que esperarlo un poco”, explicó una fuente presente en la pretemporada.

–¿Con qué expectativas venís a Talleres?
–Vengo con las mejores expectativas a este club, con las intenciones de todo jugador. Llego a Talleres con la idea de ganar todo, dejar una buena impresión y ganarme a la afición del club. Quiero dejar un recuerdo lindo, algo positivo y ayudar a Talleres a jugar un torneo internacional, a llegar lo más lejos posible. Quiero demostrar el potencial que tengo.

–¿Cómo se dio la negociación para tu llegada?
–Hablé personalmente con el presidente del club (por Andrés Fassi) y llegamos a un acuerdo. Ya había un interés de él hacia atrás (sic) para que viniera a Pachuca. Me convenció de venir a Talleres. Para mí es bueno venir a probar suerte al fútbol argentino. Es algo diferente para mi carrera.

–¿Cómo evaluás tu paso por Cruz Azul?
–Mi paso por ese club fue bueno. Estuve siete torneos y creo que de la mejor manera, pese a que una última lesión me impidió seguir sudando esa camiseta. Di lo máximo que pude. Tuve un desempeño muy bueno y creo que salí bien del club.

–¿Cómo te recibió el plantel de Talleres?
–Fui muy bien recibido acá en Salta. El primer contacto fue muy bueno. Me hicieron sentir como si ya hubiera estado desde antes. Hay gente muy amable y cordial en este club. Eso es bueno, se nota que es un grupo muy unido.

Nos quedamos con las ganas de que explicara su perfil futbolístico, sa­ber de su experiencia en el fútbol mejicano, en la selección de Ecuador y en clubes importantes de ese país, como Emelec, pero hasta ahí llegaron sus expresiones. Entre las preguntas que no respondió, estaba la referida a supuestos actos de indisciplina en los que habría incurrido en su vida personal y deportiva.

Pero sobre sus características futbolísticas, lo que realmente le importa a los hinchas y a los socios de Talleres, habló el entrenador Frank Kudelka. “Joao es muy rápido. En los últimos metros de la cancha, es importante por su velocidad y por su juego. Tendremos que trabajar para que mejore la terminación de sus jugadas, pero es un jugador intenso, de los que nos gustan, que puede jugar por todo el frente de ataque, tirado más atrás o arrancando de tres cuartos de cancha. Lo veo muy dotado, con características parecidas a las de Palacios, Araujo, Menéndez y Ramis, chicos con los que hacemos permanente rotación de puestos adelante y que marcan diferencias en el uno contra uno”, señaló el DT.

El lunes, el plantel de la “T”, concentrado en el Hotel de la Liga de Fút­bol de Salta, estará de regreso en Córdoba. Aquí se podrá conocer más a Joao y verlo en acción, si es que Kudelka no lo incluye en los amistosos de mañana, en cancha de Gimnasia y Tiro, contra Mitre y Pellegrini, equipos salteños del Federal B.

Recién hoy, desde que llegó el plantel a Salta, habrá atención a la prensa y quizá deslice algún otro concepto. Habrá que esperarlo un poco más.