Menéndez metió dos goles en un par en dos partidos. El del viernes, con bailecito, se lo dedicó a Nahuel, su gemelo, quien juega en Chacarita. Más de la historia del jugador del momento en Talleres.

Jonathan Menéndez tiene hoy, en Talleres, la misma irrupción explosiva que Nazareno Solis cuando se sumó al club para jugar la B Nacional. Ambos tienen 22 años, son extremos, zurdos, veloces, tienen cambio de ritmo, velocidad, habilidad y desequilibrio en el uno contra uno.

Hasta en lo físico se parecen: son petisos y no superan el metro setenta. Parecen gemelos. Pero, en realidad, es “Joni” –sin “h”– quien tiene un hermano así: se llama Nahuel y juega en Chacarita, el club desde el que llegó a la “T” en julio pasado, junto al lateral Ian Escobar (20), con los mejores antecedentes futbolísticos.

La partida de ambos le hizo un hueco a “Chaca” que se aseguró una buena cantidad de dólares “cash” pero se privó de dos jugadores destacados y con una gran proyección. De ello puede dar fe Walter Coyette, el DT del Funebrero, quien les dio todo su apoyo para que pudieran arrancar una etapa superior en sus carreras, aunque no si lamentarse. En su plantel se quedó Nahuel, quien además de ser el calco de Jonathan y su admirador.

Antes de su consagratoria actuación del viernes en el triunfo 2-0 contra Defensa y Justicia, en el que marcó el primer gol y asistió a Palacios en el segundo, habló por teléfono con él. El gemelo le pronosticó que haría un gol y le pidió que le dedicara un baile. Y así fue: ni bien la pelota entró, corrió hacia un córner y metió el solo danzarín.

“Se lo había prometido y cumplí con ese bailecito. Él iba a estar viéndome por tele en la concentración previa al partido contra All Boys (NdR: el Funebrero perdió ayer 1-0). Se lo dedicó a él y también a mis viejos. Y a mi abuelo, que ya no está y era muy futbolero”, comentó “Joni”, el jugador que en dos partidos hizo dos golazos y del que hoy habla todo El Mundo Talleres, como en su momento sucedió con Solis.

“Somos muy unidos con Nahuel y mi familia. Nos mantenemos permanentemente en contacto. No es fácil haber dejado Buenos Aires y Chacarita, pero yo quería dar un salto futbolístico en mi carrera y venir a Talleres. Le quiero agradecer a Walter (Coyette) por el apoyo que me dio para venir. Él no quería que nos fuéramos con Ian, pero nos dio tranquilidad y nos entendió”, comentó en una charla con Mundo D “Joni”, quien en 2012, junto a Nahuel, fue reclutado por el Sevilla.

Jugaron en la escuadra “B” del club español hasta enero de 2015, cuando decidieron regresar al club funebrero.

–El viernes recibiste tu primera gran ovación en Talleres. ¿Qué sentiste?
–Fue emocionante escuchar los aplausos cuando salí de la cancha. Nunca pensé que iba a vivir una situación así, tan rápidamente, en Talleres. Por suerte las cosas me han salido bien desde que pude debutar como titular, contra Aldosivi. Tuve la mala suerte de lesionarme antes del inicio del torneo, pero hice dos goles en los dos últimos partidos y eso me pone feliz. Pero no me quedo con eso: tengo que seguir laburando, porque en este plantel hay muy buenos jugadores y al puesto hay que ganárselo entrenando todos los días.

–Ponés la quinta y tenés una velocidad asombrosa. ¿Siempre fuiste así de rápido?
–Qué sé yo de dónde la saco. Siempre fui flaquito y chiquito. Trato de sacar ventaja de eso, pero es un aspecto que también se trabaja en el gimnasio.

–¿Por qué se hizo tan difícil el partido contra Defensa?
–Porque es un rival que juega muy bien y sabe cómo complicar al rival. Pero sabíamos que en ataque iban a dejar espacios que debíamos aprovechar. Pudimos lastimarlos y golpear en los momentos justos.

–Entraste rápidamente en sintonía con Palacios.
–Sí, por el lado del “Tucu” ganamos mucho. Y (Emanuel) Reynoso nos metió un par de asistencias bárbaras. Siempre tuvimos la intención de atacar y eso es lo bueno de este equipo. Gracias a Dios pudimos ganar.

–¿Por qué ahora sí y en las primeras fechas no?
–Porque se nos abrió el arco y esos resultados que no se dieron, ahora llegaron. Con el correr de los partidos fuimos mejorando con la posesión de la pelota. Sólo nos faltaba convertir.

–¿Se abre ahora un nuevo horizonte para el equipo?
–No hay que relajarse ni pensar que está todo bien porque ganamos dos partidos y ahora salimos del descenso directo. Esto va a ser muy largo. Lo importante es que el equipo ha mejorado y hay un grupo muy unido en el vestuario para seguir creciendo.