La “T” ganó en Las Parejas “el partido del siglo”. Además de los penales convertidos, Barrionuevo armó una gran sociedad con Ivo Chaves. La “T”, más líder que nunca.

No por repetido el fenómeno deja de llamar la atención. La presencia de Talleres en cualquier lugar de la geografía argentina sigue causando un impacto inusitado. Y volvió a ser ratificado ayer, en Las Parejas, donde el choque frente al Sportivo Atlético Club (SAC) de esta localidad santafesina, fue presentado un tanto exageradamente como el "partido del siglo", por ser la primera vez que enfrentaba a un rival con historia grande en el fútbol argentino.

Su gente lo vivió así. Copó "la Perrera", como se apoda a su cancha, y una hora antes del comienzo del partido ya no se veía persona alguna en las calle céntricas de Las Parejas ni en las aledañas al estadio. Se esperaba que esa tranquilidad tranquilidad tan típica del interior de ese interior, se viera alterada por la presencia de los mil hinchas albiazules que viajaron ayer a Santa Fe.

Pero la decisión policial de retener a la feligresía albiazul en las afueras de la ciudad y permitirle entrar sobre el filo del inicio del cotejo, hizo que el inicio de la fiesta total se demorara. Pero una vez que la gente cordobesa copó el espacio que le asignaron, los gritos, los cantos y la euforia de la hinchada local hizo que irrumpiera el duelo tan esperado en Las Parejas durante la semana.

En las tribunas, pero también en la cancha en la que Jorge Valdano hizo sus primeros palotes y que dio origen a su famoso cuento “Vieja, creo que tu hijo la c...”, numerosos “Juan Antonio Felpa” anónimos comenzaron a disfrutar del partido esperado.

Matías Coloca, el arquero de Sportivo, como Felpa en el cuento, tuvo que ir a buscarla adentro del arco dos veces, pero no impulsada por el “Befo” Nieva, si no por Ezequiel “el Indio” Barrionuevo, quien les terminó convirtiendo el partido del siglo, en una derrota que obligó a los hinchas de Sportivo a dejar rápido “la Perrera” e irse a ver el superclásico entre Boca y River.

Sí, “el Indio”. El que ayer convi r tió los dos goles de Talleres y fue figura del juego. El mismo que sin Juan Francia (marginado al banco) y sin Aldo Araujo, molido a patadas (las que le dio Colapietro, lo sacaron del juego), tuvo que hacer todo en la “T”.

“Es la primera que hago goles de penal para Talleres. Antes solamente lo había hecho en definiciones. En el pizarrón estaba así designado. Ya sabía dónde tirarlos. Entramos un poco dormidos en el primer tiempo, cuando el equipo se hizo muy largo y nos costó recuperar. en el complemento achicamos hacia tras. Hay que cerrar antes los juegos para no terminar sufriendo como pasó hoy”, dijo “el Indio”, en un relato que quedará incorporado a la memoria colectiva del SAC e ilusiona al Mundo Talleres.

Sensaciones

Los goles del “Indio” y el triunfo de Talleres fueron el título de la historia que los parejenses querían evitar. “Nosotros estamos tratando de asentarnos en esta categoría y Talleres es un grande. Estaban Santiago Raymonda, Lucas Ischuk, Wilfredo Olivera, Ezequiel Barrionuevo, jugadores importantes que nosotros no tenemos. Perdimos, pero acá hubo muchos chicos y familias enteras que no vienen habitualmente a la cancha. Para ellos será inolvidable”, le dijo uno de los controles de la cancha a Mundo D.

Esa cancha de la liga cañadense, con capacidad para 5 mil espectadores, nunca se había llenado. Y Talleres logró ayer ese milagro, como en ese relato de realismo mágico con el que Valdano cautivó a los cultores de la literatura futbolera. Hasta a los periodistas nos tocó vivir una experiencia inusitada, infrecuente para quienes estamos acostumbrados a ver a la “T” en el Kempes, cómodamente sentados un una butaca.

Nuestro palco VIP fue ayer un tremendo camión ubicado detrás del arco, sin wifi ni conexiones, pero al lado de un calor y color pueblerino que nos hizo reivindicar con la esencia misma del fútbol.