Nuevo DT y asunción escandalosa. La Fiel irrumpió en la práctica, agredió a un guardia, insultó a un directivo y amenazó a la prensa.

La proximidad de las elecciones del 16 de noviembre en el Mundo Talleres no hace relevante sólo a quienes competirán en la arena política y a sus respectivas plataformas. Por caso, La Fiel. Y es que tanto Talleres vuelve – la lista de la dupla Andrés Fassi (Grupo Pachuca de México)- Rodrigo Escribano ( Fondo de Inversión)– como Talleres es de su Gente (Gustavo Lawson, es su referente) resolvieron sus plataformas para ganar un electorado de solamente 1.845 votantes. Definieron todo, menos qué hacer con la barra brava.

Como en ese padrón no eran una fuerza representativa (muchos de sus carnés se cayeron una vez que los punteros políticos resolvieron no participar de los comicios), ambas agrupaciones ya no quisieron contemplarlos. Algunos fueron más políticos, como Fassi, quien los llamó “grupos de animación”, lo que les dio pie para manifestarles a él y a Escribano, en pleno Talleres-Alvarado, un espontáneo repudio con la idea de que no querían que Talleres se transformara en una filial del Pachuca. Además de insultos hacia el Fondo, cuya gestión termina en el 30 de noviembre, pero en la que La Fiel se convirtió en Fundación y llegó a disponer de libre acceso a todos los estamentos del club. Y un negocio de prebendas, entradas, reventa, acceso a los jugadores profesionales y amateurs para potenciales representaciones, parece peligrar.

Y “leyeron” que los querían cortar, sin más. Así que a la manifestación del miércoles, decidieron reforzarla ayer en la misma asunción de Ángel Guillermo Hoyos, el técnico que asumía en lugar del renunciante Sergio Coleoni y que tuvo que hacerlo en el peor de los climas, siendo que debe conducirlo al ascenso en cinco partidos.

Al mismo tiempo que la prensa era desalojada de la Boutique porque la práctica iba a ser a puertas cerradas, cuatro barras (con el jefe Darío Cáceres a la cabeza) se “filtraron” por un portón para demostrar que nada los detiene. Como ocurrió cuando apretaron al plantel y al entonces DT Jorge Ghiso para pedirles plata.

“Somos los dueños del club”, fue la frase más repetida. Iban predispuestos a encontrarse con la plana mayor del Fondo, que había ido a la presentación del nuevo entrenador. El guardia Oscar Tejerina intentó detenerlos y sufrió las consecuencias ya que, según testigos, recibió un cabezazo del “Toro” (el apodo de uno de los barras) que le hizo sangrar la nariz. “Estoy bien. ¿Si quise poner orden? Eso quise”, dijo el agredido, tras ser atendido por el médico Julio Ferreyra.

Luego, siguieron por el pasillo principal y allí fueron interceptados por el jefe de seguridad Víctor Bustos y el de la Boutique, Freddy Domínguez. “Antes cuando les hacía falta nos dejaban entrar, ahora no”, les decían, según el video que se puede ver en Mundo D.

El dirigente Alejandro Accieto, presente en el lugar, fue insultado de arriba a abajo advirtiéndole que no iban a dejar que “vendieran” el club al Pachuca. Una situación paradójica ya que en tiempo de Carlos Ahumada se ponían la verde del León de México (fue su dueño) que impuso en Talleres.

El plantel, que estaba cerrando su práctica, se sorprendió, aunque para ellos no hubo insultos. Cuando los barras accedieron a irse, insultaron a camarógrafos y reporteros gráficos que estaban registrando su accionar. “Personas inadaptadas violaron una puerta, por la que el utilero suele ir a buscar las pelotas que van a la calle, y agredieron a un guardia. Amenazaron a todo el mundo. ¿Quiénes son? Todos los conocen. Los daremos en el ámbito judicial”, contó Bustos.

Un rato después llegaron efectivos de la comisaría cuarta, el Fondo hizo la denuncia y horas más tarde la Policía dio a conocer la detención de un barra de 30 años, con domicilio en barrio San Pablo, y el secuestro de un vehículo.