Final. El mánager renunció y se fue con duras críticas al Fondo por no apoyarlo. Un cargo neurálgico, que se volvió un dolor de cabeza.

El mismo desconcierto que mostró Talleres en la cancha en la drástica goleada a manos de Unión de Mar del Plata, lo evidenció el Fondo de Inversión en las últimas horas por la tumultuosa salida de Mario Ballarino, quien dejó de ser el mánager deportivo.

Tras la agresión de Ballarino al periodista Gustavo Gutiérrez el martes en San Francisco (derrota de la T con Rafaela 2-1 por Copa), se intuía que el Fondo sacaría del medio y cortaría el vínculo con el mánager, que dio un pésimo ejemplo de como representar al club. No lo hizo y fue el propio Ballarino quien dio un paso al costado, despidiéndose con críticas a Rodrigo Escribano, lo que desnudó que su reconciliación era una tregua frágil y forzosa; y también reclamando que el club no se jugó en apoyarlo.

“En Talleres no fui escuchado, escucharon una sola campana. Se mueven preocupados por lo que digan los demás. Nadie me preguntó qué había pasado.

El club no actuó bien conmigo, no se puede acomodar Talleres porque hay que tener mucho huevo y acá no hay”, disparó Ballarino. Punto final a una desafortunada gestión, que se cargó a Jorge Ghiso tras una tensa convivencia. Pero para el Fondo queda la herida abierta. Es que un par de sus miembros más respetables, Hugo Bertinetti y Alberto Escalante, le dieron su espaldarazo a Ballarino para un puesto crucial y defraudó. Y el cargo de mánager sigue siendo cuestión pendiente para esta dirigencia, que cometió una gruesa falla con el aquel comité formado por Diego Graieb y pasó por altibajos con Maximiliano Salas, quien dejó el puesto con gran parte de la responsabilidad del descenso de mochila. Ahora hay que elegir de nuevo, sin margen.

Los postulados son Emilio Comizzo, Javier Villarreal, quien no aceptaría porque se muda a Paraguay y Daniel Albornos, también con salida traumática de Talleres. Aunque, después de la inentendible designación de Ballarino dos meses atrás, todo puede pasar. Incluso que no asuma nadie. Mientras, el Fondo toca fondo.

Más agresiones. Tras haber agredido al periodista Gustavo Gutiérrez, el ahora ex mánager Ballarino prosiguió su ataque en declaraciones a Continental Córdoba. “Gutierrez inventó esto con el objetivo de hacerse la víctima y que yo me vaya de Talleres. Obró como un mariquita”, lanzó.

Comité. Diego Graieb fue un fracaso y dejó el cargo de asesor deportivo en 2011. Integraba un comité con Luis Galván, Héctor Chazarreta y Daniel Albornos.

Salas. Maximiliano Salas asumió en octubre de 2011, ascenso y renuncia al consumarse el descenso en 2014, envuelto en críticas por el armado del equipo.

Mundo Albiazul


Despedida. Mario Ballarino concurrió a barrio Jardín para “despedirse de los muchachos”. Habló por 10 minutos con Sergio Coleoni y a la pasada, aseguró: “No me arrepiento de nada”.

Coleoni sigue. Con la renuncia de Ballarino, el DT Sergio Coleoni habría amagado a dar un paso al costado, al entender que el ahora ex mánager era su principal sostén. Sin embargo, desde el Fondo de Inversión lo ratificaron en el cargo hasta diciembre. El entrenador mantuvo ayer una charla con el plantel en el vestuario y realizó una arenga que se escuchó desde la calle.

Con dos puntas. Reciben entre mañana y el viernes serán la práctica de fútbol para el choque del lunes a las 20.30 ante Independiente Chivilcoy. Pero es un hecho que Talleres cambiará el esquema y jugará con dos puntas. Se perfilan Macos Godoy, autor del gol contra Rafaela, y el uruguayo Diego Martiñones. Además, en el lateral derecho volvería Rodrigo Cháves por Rodrigo López.

Sin movilización. Hinchas albiazules se convocaron para ayer por la tarde a una protesta en la Boutique contra el Fondo de Inversión. Quedó en la nada, no hubo marcha.