Germinar exigido. En cinco meses, al pibe de 18 años le cambió la vida. Fue a un Mundial Sub-17 y ahora está en el Sub-20; debutó en la “T”, es titular, hizo goles y le piden que lo salve. Como si fuera Valencia o Willington.

“Confieso que es muy rara la noche que no sueño con goles espectaculares, hermosos y míos”. ¿Cuántos habrán hecho suyas estas palabras que inmortalizó el gran Jorge Alberto Francisco Valdano sobre una de las hermosas frases del fútbol? Imposible de saber. Como aquellos que la pronuncian diariamente, en el fantástico del planeta fútbol. En este momento, quizá, en cualquier idioma. Mañana, pasado y por siempre, también.

Como supo hacerlo el propio Cristian David Pavón. El pibito de 18 años recién cumplidos que debe cumplir expectativas en todos los escenarios. Y no sólo futbolísticos. Vive en la órbita urgida y desesperante que vive el Mundo Talleres, hoy comprendido entre los equipos que pelean por mantener la categoría. Y no alcanzó a disfrutar sus primeros goles en la B Nacional (en el 3-1 a Patronato), que horas después debía entrenarse con la selección Sub-20, para ponerse a las órdenes de Humberto Grondona, quien fue su DT en la Sub-17, con la que jugó un Mundial de Emiratos Árabes. “Es así, todo tiene su precio”, dice y eso nadie se lo enseña.

No es la primera vez que Pavón se sube a un avión. Su estreno fue cuando viajó a Dubai, para conocer estadios y culturas diferentes. “No caigo”, repite, pero no se marea. Él sabe que tiene que volver a su Anisacate natal, al transporte natural que representa la camioneta del viejo. “Llegamos medio justos acá al aeropuerto, porque se me rompió la camioneta”, dice Walter, el papá. El móvil del trabajo, de la familia, el que sirvió para motorizar también la ilusión futbolera que primero vivieron sus hermanos Rodrigo (delantero de Racing de Nueva Italia) y Federico (juega en Deportivo Norte de Alta Gracia).

“Anisacate vivió una fiesta, estoy feliz con mi familia y le quiero agradecer el aguante que me hacen todos los días. Dormí tranquilo, festejé con la familia. La gente me saluda, me piden fotos, remeras. Yo de a poco intento dárselas”, dice el pibe. La vieja Verónica, sus otros hermanos Daniel y Lourdes y la tía Daniela, quien le vaticinó: “El domingo harás dos goles. Uno para tu novia Yamila y otro para mí”.

Sus dos goles, por obra y gracia de los medios electrónicos, pueden ser visto en cualquier parte del mundo. Hasta en los celulares. “En el primero, yo traía en la mente dar el pase, pero justo se me abrieron los defensores y me quedó para pegarle. Y en el segundo me quedó justa para agarrarla y probar. Por suerte se clavó arriba. En las prácticas le venía pegando desde afuera y casi todas entraban. Por eso los compañeros me dicen que me anime a pegarle desde afuera en los partidos”, no se cansa de contar.

Con calidad de cine. ¿Más? Sí. El mismo domingo del triunfo ante Patronato, a última hora, podían verse ya en calidad de cine sus jugadas. La producción de “Locura que enamora mi ciudad” –el viernes será el avant premier– subió un corto de un minuto con la gráfica de la película albiazul que se puede ver en este link. Un compacto que se une a los que ya había de su paso por el fútbol de Canal 12 jugando, con 12 años, para la escuela de fútbol de Anisacate. Su gente de su pueblo y la familia Montivero, que también lo traía a Córdoba.

El pibe sabe. Todos quieren que ese cambio de ritmo y su pegada sigan evolucionando. Mucha gente depende de él. Los hinchas de Talleres, sus compañeros, el DT Ghiso, el Fondo de Inversión (firmó su contrato en una negociación complicada con su representante, sin siquiera haber debutado) y el club, que necesita algo más que seis millones de pesos para levantar su quiebra. “No me tengo que agrandar por esto. No sirve. Yo sigo siendo el mismo pibe del club”, dice “Kichán”.

“Si le va bien a él, nos va bien a todos. Tiene que aprovecharlo. Es su momento. Y tiene que ir a la selección. ¡Cómo no va a hacerlo! De allá volverá motivado”, dice “Vitrola”, el tercer DT que tuvo en Talleres. Antes fue dirigido por Arnaldo Sialle (siete minutos ante Villa San Carlos), Rubén Forestello y Sergio Coleoni (ambos les dieron sus primeros partidos como titular).

En la selección, lo espera Grondona, que ya lo conoce del Sub-17, quien lo llamó cuando jugaba en el Tallerito, y en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de AFA local. “Fue de menor a mayor. Le tocó jugar por las bandas, pero le gusta jugar por el centro y tirarse atrás. Siempre entró en momentos difíciles y se la ‘bancó’. Es guapo y muy rápido”, apunta “Humbertito”, que prepara al equipo para las eliminatorias rumbo al Mundial de Nueva Zelanda.

“Me pone feliz que le pasen estas cosas. Va en ascenso. Pero no es el salvador de Talleres. Tiene que entrar feliz. Porque también va a tener partidos malos. Está preparado, pese a su humildad. No se va a agrandar”, dice Daniel Albornós, quien fue su DT en la local albiazul. “Hay gente muy importante para mí. Que estuvo y estará como Piero Foglia. Las cosas se me están dando rápido, pero tengo que estar tranquilo. Pasaron cuatro meses desde el debut. Y hay que salvar a Talleres”, dice el pibe como si pudiera ser de un día para el otro un Valencia o un Willington. “Es diferente. El cambio de piernas en velocidad y el freno complica al defensor. Le pega al arco, un gran valor agregado”, comentó Foglia, quien coordinó el CAR y ahora es visor de AFA.

Pavón es el sueño del pibe en un mundo de exigencias. No termina de dar un paso y ya le piden el siguiente. Sueños que ya son goles.

Vuelve el jueves. El volante albiazul cumplirá tres prácticas con la selección Sub-20 y el jueves se reintegrará al plantel albiazul que ayer mismo inició sus preparativos para visitar a Brown de Adrogué, el próximo sábado a las 15.30. Irá televisado por Canal 10.

Klusener. Gonzalo Klusener cumplió la fecha de suspensión por haber llegado al límite de amonestaciones. Equipo. El plantel volverá a practicar hoy, a las 10, en la Boutique. Mañana se desarrollará el ensayo futbolístico y el jueves, el entrenador Jorge Ghiso definirá la delegación que viajará rumbo a Buenos Aires para el encuentro del sábado.